Entregarse a una disciplina tan severa y diversa como el flamenco conlleva un grado especial de integración,
percepción y acercamiento. En los últimos tiempos han surgido puestas en escena donde al entregar ese legado
inmemorial a las nuevas fórmula mediáticas, muchas veces deriva las propuestas en circo o un circulo donde la
fusión se resuelve en una confusión que aleja, en vez de acercar público con ejecutantes.
La necesidad de trascendencia se limita al resultado de taquillas y al contubernio entre administraciones y elegidos
que una y otra vez solo agradecen y poco proponen, derivando esto en expresiones poco señeras y resultados
dudosos. Es necesario acercar a los profesionales del flamenco a una reflexión íntima con respecto a su papel en la
cultura en general y a la universalización de su trabajo. Los cantes y sus formulas deben ser tratados como material
etnográfico para una memoria necesaria y preventiva de cualquier manipulación comercial.
Crear un taller donde se compartan experiencias, se hable mucho de las trayectorias personales, conversen y
converjan bailaores con cantaores, músicos con escenógrafos, poetas con fotógrafos, gente de cine con
productores de espectáculos flamencos, vestuaristas con diseñadores es sumamente necesario e importante
ahora que se atraviesa una crisis tan certera para congeniar el sentido de la nuevas ideas con el compromiso real del
arte en general.
Richard Villalón maestro de canto en sus diversos géneros por más de trece años en Sevilla y gran ejecutante de
diversas áreas propone un acercamiento donde además de aprender con técnicas clásicas la esencia de la voz
tratará de congeniar el uso de técnicas vocales clásicas con técnicas innovadoras que propicien mejores
ejecuciones y acerquen al ejecutante a un universo creativo, principalmente original.
La propuesta en sí es una investigación personal de cada artista, una
conclusión característica y clara en el ejercicio de su trabajo. Un coach, un
maestro, un repetidor, un domador de las cualidades y defectos. Alguien que
logre internalizar el cuerpo creativo físico con la creatividad, componiendo un
ser artístico y creador será el papel del maestro en esta propuesta.
“Psicoflamenco” ha bautizado Richard Villalón a este nuevo recurso
creativo.
Las clases se dividirían en clases personales y clases colectivas y la finalidad
primera seria conformar espectáculos de diversa índole (cante, baile, puesta
en escena) como primera parte de un proyecto más colectivo y propositivo.
El mínimo necesario será de dos horas semanales.
Contacto y más material: Richard Villalón, 656 30 65 24.