lunes, 25 de agosto de 2008

Ría José María




¿Y si en verdad fuéramos seres varados por el mar, para salvarnos?
Mi sombra contempla esta interrogante divirtiéndose mientras el verano pasea, saturando de yodo esta armadura brillante, espejando mi cuerpo. La Playa resulta un lujo para amantes extasiados. Entras, sales del agua, no reclamo ningún día anterior. Vivo contento teniéndote en libertad, habernos casado riéndonos del matrimonio. Somos puntitos microscópicos en la lente de un extraterrestre estudioso. Acuérdate, el mar es un témpano derretido, un vino inmemorial, una paella huyendo del arroz. Los peces saben ignorar sirenas desafinadas. Las bolsas de plástico son fantasmas afeados. Transatlánticas ruedan promesas embotelladas. Dos somos más que todo. El mundo nos verá cual presagio atravesando dudosos esquemas. Te amo.
Jamás competiría, queriéndote así.

2 comentarios:

Anónimo dijo...

hoy escuché su música mientras cocinaba. He decidido que en cuanto haga un concierto, seguramente al final de una canción en que use la acústica cantaré "Quiero la sombra de un ala"

gracias por sus canciones, aunque, supongo que será la timidez la que no me deja cantar a pecho suelto, porque pienso que me van a escuchar mis vecinos, y por otra parte pienso que escuchar cantar a un vecino es algo bonito, terapéutico para el sujeto activo y pasivo etc etc etc

Richard Villalon dijo...

gracias