jueves, 5 de junio de 2008

Spharka Gym


Escapé de los tiburones vencí al tigre y fui comido por los chinches.
B. Brecht

Todos tenemos cola para ser pisada. Soy el Sr. Hámster, recorro estáticamente kilómetros. En esa absurda paradoja recuerdo a familiares brillando empozados, adornando mis historias con sus encantamientos hilarantes. Todo acude cuando uno camina sin avanzar. Las mañanas son el caleidoscopio donde aparecen imágenes para escapar de la gordura. Viajo hace meses, en esta alfombra mágica, una hora diaria, por esa sinrazón buscando al que perdí. Es mejor cambiar de ojos, que cambiar paisajes, aseguran.
La ventaja de viajar consiste en poder inventarse en cada sitio una nueva familia.
Tengo una Noelia imantada, una Maricarmen hipnotizadora y hadas saltarinas tres veces por semana matándose a golpes de Pilates, esa nueva manera de llamarle a los aquelarres, en este siglo de términos rebuscados.
En el gym se escuchan las peripecias del mundo por bajar de peso .Aparecen manías extrañas. Las manías son asquerosas, todas, menos las propias. Llevo media vuelta a la tierra en kilómetros de tanto que he corrido aquí. Esa desesperación de estar y no avanzar, sudar y no correr, es la razón para afilar oídos. Los cuentos fluyen rebasando las fantasías de cualquier ocioso, haciendo gimnasia.
“¿Te has enterado? le pegan… ella se calla porque le va la caña”. “En mi comunidad son extraños, compran en Carrefour, visten en Zara. Planean repartir gastos de una luz inexistente cuando llueve. Estoy segura, en las reuniones se citan a escondidas con claves crípticas algunas esposas con los vecinos casados”. “La pobre… tiene un hijo que le roba para ir a los campamentos de moteros”. “Si supieras lo barato que es viajar, lo bellas que son las islas griegas, aunque cuando se emborrachan se les da por romper platos”. ”Sí, solo como pollo hervido, arroz blanco y tomo anabolizantes, eso si, cada vez que me corro me entran unos escalofríos donde confundo las ganas de mear con las de eyacular”. “Los huevos se ponen “chiquetitos”, no empalmas mucho, pero bueno, y los “peazos” de tríceps y bíceps ¿qué me dices…?”.”Lo que se come se cría, de tanto pollo, verás como tengo a la hermana del pollo…”
Monsieur Hámster pelo largo, nunca dejo de reírme, en un oráculo llevo viendo las auras de los culturistas y por sus ojos, sus almas felices de conocerse a si mismos o inventar a quien suponen ser. Sudo helado, más de la cuenta, cuando veo molineros arreando cabras, atravesando el gimnasio. Una señora enlutada se me aparece hablándome de un pozo donde se ahogó en los años cuarenta. Dos fantasmas galgos contaron desde los espejos, allí detenían a la gente en años donde la guerra civil era un pretexto para deshacerse de los diferentes. Los antidepresivos sobran, cuando se ven aparecidos…
Este paraíso se llama Spharka en Espartinas City casi a orillas del río Re...Pudio. Universo colorista donde he puesto cerco a la obesidad de la maldad. De lunes a sábado a partir de las 8.30 a.m.
Las imágenes pasan por la tele plana, el sonido confundido con la música tántrica, hacen que la vocecita de Rajoy se mezcle con el ¡uno y dos! de los saltos cualitativos verdaderos. El terremoto de China sonó a 20 kilos de pesa cayéndose al suelo engomado. Isabel Preysler sigue “mona” pero sus bombones han caducado. La caída del ladrillo iba a llegar, cualquier “spinning” agota cuando es forzado.
Aquí hay mucha marcha, el ritmo lleva a pensar en esos lugares deliciosos donde cualquier huracán será olvidado. Los “hartavozes” echan mala música pero el cariño es
L-Carnitina despojando al cuerpo de sus mezquindades. Esta sensación de proteína levanta cualquier ánimo perdido. Una actitud extrema será la que nos salve de ser ATS, policías, amas de casa, gestores, médicas, abogados o maestros 24 horas al día, sin descanso, sin anestesia. Nadie sobrevive sanamente a la gota de agua perpetua, la monotonía. Heteros, homos, bisex, pansexuales, tricornios, unicornios, cornudos, solteros, casados, velludos y depilados. Osas, osos, falsas pijas, lobitos y zorritas, slaves o amos, anoréxicas y jubilados. Bulímicos, ortoréxicos, disléxicos, gente de bien derecha, de doblada, de izquierda o zurdos maleducados. Europeos, emigrantes, americanos, canarios, ecuatorianas, argentinas sevillanas, bulerías, rápidos o atarantados, gitanos, seguratas, moros liberales, animales inclasificados. Amantes premeditados, ex amantas santiguadas, catequistas fundamentalistas, seminaristas apasionados. Morales, inmorales y resignados. Decentes salvajes o amaestrados.
Una mancuerna para los que sabemos que la esperanza puede dormir, pero no morirse. Spharka el microcosmos de un planeta sobrevivido, guarecido, reparado, rescatado.

Richard Villalón
Sevilla, miércoles, 04 de junio de 2008
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