miércoles, 12 de noviembre de 2008

Creces Crisis





La gota en este caso no llegó al vaso, los gritos empañaron algún cristal, soltando un enjambre de ideas, resonando por la casa. La crueldad huele a cadáver descompuesto. Los dos se quejan en serio, han comenzado a desaparecer cosas importantes: El vino, hace casi un mes… los yogures con cereal, las duchas largas, el cine del sábado al mediodía… Estamos en crisis, los informativos entremezclan miedos evitándole una muerte violenta a quien mira, amos de las dosis lentas.
Debiera estar recorriendo azoteas o cazando ratones, veo a mi gente desesperada, siento sus peleas in crescendo, cada vez más terribles. Hacen inventario, nadie parece haber ganado nada. Tiemblo imaginando periódicos donde retratan la violencia doméstica.
Antes de seguir, confieso: aprendí a leer y a escribir cuando Uds. dos andaban peleándose si el Príncipe debiera o no casarse con la periodista. Aquellas peleas eran dulces, frívolas, estúpidas. ¿Comenzaba a gestarse la crisis actual? ¿Sería mal agüero una pobre cazando al más rico?
En ese tiempo caminaba orondo de la sala al dormitorio, era blanquecino con mirada de turquesa imantada .La luna de nata decoraba mis noches encantadas, recuerdo nítidamente esas épocas pobladas de leche y miel, como las canciones de los hippies californianos.
Mi pesadilla de cachorro era caer en manos de unos cirqueros obligándome a saltar el círculo de fuego. Los muros eran altos, los veranos, un columpio brillante donde balanceaba nervios y conquistas. Zapatero, en ese entonces, aparecía por la televisión prometiendo un paraíso, las casas crecían como hongos tras las lluvias, este país era menos gris.
Un gato maravilloso emergía en la cocina cuando me asomaba al espejo de los azulejos. Mi fabulosa cola competía con los linces de las estepas rusas que salían en los documentales de la tarde, mi ronroneo era el motor de una felicidad viviendo sin entenderse a si misma.
El pueblo entero miraba el bacón donde caminaba gatuno y majestuoso.
Mi nombre llenaba la óptica, la carnicería, la farmacia, la pescadería. El panadero me envidiaba cuando sus lujuriosas piernas no atrapaban la atención de las mujeres .Era yo, su único rival. Los gatos somos así, vanidosos, perversos, juguetes del destino, reyes de reinos desconocidos. Aclaro, soy un gato. Un ser interplanetario, mil discursos acerca de lo fantástico y lo extrasensorial han escrito poetas y filósofos para mi. Aún no ha nacido pintor capaz de captar la rotundidad de mis misterios. Creado y criado para ser la belleza, nada explicable…
Vuelvo desorientado al pleito de Uds. dos. Oigo una lista de sacrificios, me asusta la desaparición de mi comida balanceada para gato con actividad extrema. Los reproches hacen de Uds. dos seres tristes enumerando lo perdido, viendo la arena de sus ilusiones descendiendo entre sus dedos. Soy inexorablemente otra victima de aquellos mierdas constructores, carne inmobiliaria, coleccionistas de mariposas disecadas. Reflexiono con rabia en las minas antipersona, otras explosiones mutilaran ahora las fantasías de los ilusionados. Odio aplicar la frustración. Aparecen ofertas como mala hierba, la principal regla del mercado es vender la crisis, normalizando lo bien que va lo malo. La duquesa de Alba no logra consolarnos con su catastrófica manera de negarse a la vejez, La Reina habló batiendo el record de soltar por esa boquita… mas bonita se ve cerradita. El hambre entrena alrededor de las ciudades, los pijos no entienden por qué los langostinos cada vez tienen ojitos más congelados. Quienes cantan ofenden repitiendo mantras manidos. Los dueños del petróleo se encaraman a sus islas con formas de palmera para refugiarse del universo desbaratado.
Ojala Obama nos libre de usar a Osama para invadir las ciudades de Aladino.
Amo seguir siendo gato, cagar mi arena, amo las noches dormitando entre Uds. dos, lamer mis garras sin destruir ninguna calma.
Dejar a los pájaros buscando horizontes, mirándoles volar…

Richard Villalón
Sevilla, martes, 04 de noviembre de 2008
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miércoles, 22 de octubre de 2008

Vaticinio


Hay vidas que no son vidas. Sólo son el fantasma de una ilusión.
(Anónimo)

Tomás hablaba de la doctora Carmen sonriendo, sabía sus trampas para distraernos. Ella vigila y cuida no costemos tanto a la seguridad social, total, somos simples peones en este inmenso ajedrez, tomemos lo que tomemos la muerte es demócrata, llega sin miramientos.
Vengo aquí casi por costumbre, lo mío es fácil, tengo dos vertebras malas y una depresión de caballo. Me tomo las pastillitas, me voy, me dan la baja, sigo fumando, tomando la realidad a trocitos. La vida es eso, una divertida manera de saltarse las reglas, las veces que el cuerpo resista.
A Tomás lo miraba opaco, como desenfocado en una cámara analógica. Será mi propia depresión quien hace perder brillo y colores a los paisajes del mundo, Tomás es divertido. Sabemos que un juego donde nadie pierde es fatal Él es un espejo gigante reflejando mis miedos. ¿Y si acabara así? Sentado en el centro de salud de Espartinas para siempre. Vagando como un zombi, buscando excusas para no volver al trabajo.
Ya van tres meses y no me recupero, no es la edad. Esa maldición inexorable que tarda años en llegar y nos hace esfumarnos a los ojos de los demás. Invisibles y vagabundos en dimensiones extrañas. Fantasmas de nosotros mismos. Heridos de ausencia, falta de atención. Las mujeres miran consternadas, con cara de ver un muerto y nunca preguntan la enfermedad que nos encadena. Ellas llevan su cruz sin explicarse la cruz de los hombres solitarios. Para ellas somos dos señores agrupados en esas sillitas siniestras haciendo apuestas sobres goles y presidentes ineptos.
Tomás me alegra la mañana, es un cateto dulce, no duda, dispara. Recoge radiografías, las agrupa transformándolas en un escudo inapropiado para enfrentarse al mundo, gastando una vida estrecha como el balcón por donde la mira.
Lo raro es su olor a musgo, a caja cerrada, a borde de carretera. Nunca supuse que mi tristeza traería alucinaciones. Pero no, él es real, espectro, pero real. Me dijo el jueves pasado: “Es verdad, estoy muerto. He resucitado pronto, vienen muchos muertos así y quería sentarme antes que nadie en primera fila. Me mataron por causalidad en la guerra civil .Era maestro, tenía amigos de todos los pelajes y matices, republicanos y rojos, ácratas y religiosos.
Una mañana seca como una hostia, un padre de familia me advirtió amenazando que dejara de explicarles a sus hijas lo de la libertad y el amor. Esa misma noche allanaron mi casa subiéndome a un camión y junto con varios más fui acribillado. La luna tenia un rubor de espanto cuando sentí las palas tapándonos de tierra y olvido.”
Su familia aún lo anda buscando entre pirámides de papeles y mentiras. La nada con que se aplacó su muerte, pesa mucho más que un mármol del Valle de los Caídos. Leo en su rostro la confusión de no saber comprender si murió como héroe o como traidor .Por eso se viene al Centro de Salud divertido viendo una España florecida después de la conflagración fratricida .Escuchando a los dueños del silencio convenido, viendo por la pantalla de plasma a un señor Garzón, empecinado en hacer volver a los muertos.
Después de esta revelación, Tomás pide un café. Dándome la mano presiento un organismo dolorido luchando por lograr una identidad clara .Le pregunto si al final hemos cambiado en algo, si los españoles de ahora hemos digerido la matanza de hermanos contra hermanos.” ¿Tú crees que a los dueños de la banca les gustaría compartir su sangre? ¿Crees que existe un centro en esta brújula descarriada?
La crisis brota como mala hierba y el primer augurio se ha cumplido: Cuídate del tiempo cuando los jabalíes asalten carreteras…”

Richard Villalón
Sevilla, martes, 21 de octubre de 2008
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jueves, 2 de octubre de 2008

Carta Íntima para laPrensa Pública Mexicana



Este papel lo he ido aplazando por años. Cuando recuerdo mi trabajo y leo las cartas de amigos, fans, y detractores mexicanos llega otra vez un dolor esquivo, nunca realmente sabré donde me duele México. Breve, profundo espacio donde nunca volví a estar.
En Europa he intentado trabajar y sigo cantando. Esta Europa anti-pobreza, es la que me asusta cada día más. Aquí somos inmigrantes, ni siquiera tenemos espalda para sudar, somos números abstractos, acertando para devolvernos de donde nunca debimos salir. Se odia la falta de riqueza, la miseria es otro cuento.
No sabéis cuánto he llorado buscando mi propia imagen mexicana. Es como cuando el ordenador se vuelve contra el amo haciéndose su propio dictador. Negándonos todo lo escrito, lo sentido, lo cantado. Jurándonos quitarnos lo bailado en su capricho. Por suerte en mi memoria hay archivos donde la prensa mexicana apoyó mi trabajo, donde la gente de la calle me reconocía en los mercados y también hay muchas puertas cerradas por mi condición sexual, mi situación de extranjero y sobretodo por lo peligroso de mi presencia. Salí de México en Noviembre del 94, aun tengo cajas cerradas en mi casa Sevillana. Ningún amigo artista me retuvo, todos creían que era por amor a mi pareja (dicen que el amor vuelve locas a las mujeres y a las locas… pendejas), hombre con el que he compartido casi todas mis mejores alegrías y a quien a veces cuelgo como milagrito mis peores depresiones. He estado a punto de tirarme de muchos trenes en plena carrera y he visitado muchas madrugadas Coyoacán hecho fantasma. Realmente este papel es una confesión creo a tiempo, han pasado casi catorce años. A mi me echaron los judiciales, los secuestradores del arte, algún que otro amante chaparrito de ideas.
Me echaron ciertas brujas apegadas a las consignas de servir al poder con tal de estar.
Así tuve que salir, sabiendo dolorosamente, que el pueblo mexicano ama la cultura,
el teatro, la voz de sus cantores, los trazos de sus pintores, la palabra de sus poetas. Unos saben permanecer , flotar al menos. Confieso, me harté de cazar contactos, agradar al PRI y cocinar en la misma olla el bien y el mal. No se puede ser contestatario cuando hay que lamer la mano de cualquier amo.
Esta carta la hago para quienes quieren ver el desarrollo de mi trabajo ahora mismo.
Pronto volveré al DF .Nadie me habla bien ahora de esa ciudad. Leo las manifestaciones y parece que la seguridad es un caos. Pero ¿Qué mal podría hacer con mi voz cantando? ¿Es malo afirmar que solo los artistas transformamos el horror en belleza?
Escribo y releo las líneas de mis manos. Tengo edad para reconocer: “La juventud es el mejor tiempo para desperdiciar las grandes oportunidades.” Extraño el atole en las mañanas de mis miedos más feroces, los tacos todo el día como una sicopatía y el sexo de los ángeles descarriados. Espero que esto sea difundido, leído entre la gente de la cultura. Richard Villalón canta siempre con el alma. Ahora vuelvo acorazado, frágil como siempre. No quiero ser la sangre inútil que rodó por los canales de las pirámides. ¡Quiero por favor redimirme de mi mismo!, Es cierto ,fui cobarde por no aguantar, pero nunca desleal. He intentado estos años hablar con periodistas y ellos me han ignorado porque me prefieren como leyenda urbana. Hay música de mí en el Tianguis del Chopo y en un cuartito en la memoria de la gente mexicana. Esta carta la escribo porque la primera señal de mi regreso se ha cumplido:”El día que atropellen un elefante en DF deberás volver como saliste.” Quiero consumar mi propia profecía. Soy el encantador del dolor, del fuego al rojo blanco, un naufrago eterno de la felicidad preconcebida. El vampiro que se nutre en el tequila de una ranchera bien sentida. El extraterrestre alucinando por el Día de Muertos en el calor de una cantina…

Richard Villalón
Sevilla, miércoles, 01 de octubre de 2008
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Agradecemos su publicación en vuestros medios.

miércoles, 1 de octubre de 2008

Oswaldo




Zíngaros: Los romaníes prefieren la forma sin z, porque esta letra recuerda al tatuaje empleado por los nazis en los campos de concentración para identificarlos.

“El Lupo” tenía dientes amarillos, aliento a Pisco peruano, a cigarrillos negros marca “Inca”. Era escultor, había aprendido a darle levedad al metal duro, ponerle forma, transformarlo en ángeles. Llegado de Italia, luego de una escandalosa escala en Cuba. Venia huyendo para darse de bruces con su destino: Emilia. Quien bailaba desnuda para presidentes y señores diputados, cada vez que en 28 de Julio -aniversario de la independencia nacional peruana- la fiesta continuaba…
Él soñaba a gritos con Ferramonti-Tarsia, un campo de concentración especial, allí su familia desapareció cantando canciones zíngaras, bromeando acerca de cómo fabricar un ataúd más barato usando maderas incendiadas en los bombardeos contra Mussolini. “El Lupo” se encontró desnudo, tembloroso, tatuado; justo cuando dos camisas negras borrachos se desatendieron, logrando meterse en la carretilla cargada de muertos lechosos rumbo a la cal viva. Contaba que en un descuido se echó un pedo tan clamoroso y vibrante que los guardias rieron: “Hasta después de muertos, los judíos huelen mal.” El Lupo justificaba:” No era odio lo que cargaban los fascistas italianos, era un herencia oscura alimentada por siglos de resentimiento.” Bondadoso, él nos enseñó a amar su Trieste natal, el lugar más hermoso del universo. Nos cantaba baladas llenas de barcarolas perdidas en la mar y madres llorando un regreso no cumplido. Lupo se casó con Emilia, enseñándole ésta otros horrores. En Perú, las negras como ella, eran pequeñas diosas caprichosas, dinamita entre las piernas y ansias de carne blanca parecida al canibalismo.
Emilia reía sin modestia, contando sus enculamientos de yegua. A partir de la conexión carnal, ese mismo instante, ella salía despedida del mundo. Entregándose a un demonio menos bruto que nuestro diablo...A un Dios más mañoso que el colgado de la iglesia.
Los dos a la vez. Ellos amaban así, a golpes y rasguños. Nunca importó la edad de los nietos, ni la de sus trece hijos misteriosos. Ella alardeaba que en el Palacio de Gobierno la habían bañado con Champán francés mientras un general daba un golpe de estado, nombrándola “la mejor chucha del mundo” (coño en español). “El Lupo” consternado, la perseguía como perro a media paja. Sus encuentros eran sonoros, nada delicados. Visitando la casa de mis abuelos era difícil no enterarme, el abuelo se había levantado cual Lázaro de la tumba y mi abuela lo había cobijado en la profundidad remota de su cuerpo ennegrecido. Mirando trastornada a la pared, haciéndolo su príncipe venusino, veneciano…
“Gulash, fideos de patata y bolas de masa con queso comen en Trieste cuando la mar serena mira con su panza azul el trajín de los pescadores. Las mujeres eran morenas como vírgenes salidas del medioevo y mis hermanos intercambiaban esposas para no aburrirse de los mismos pechos”. Mi abuelo judío sefardita, italiano del norte frente a Venecia, lloraba en un español seco, sin hielo, nadie acababa por entenderlo. Como artista tejía un mundo diferente haciéndose amar por cualquiera para no perderse en la furia del exilio involuntario. Le veía por las calles sucias y malas de Lima, parecía realmente rehén de esa ciudad. Castigado por haberse librado de la muerte, escapando entre los muertos.
Emilia lo amaba, le decía “El Lupo”, así lo apodaron sus hermanos, por lobo, por zorro. Su única astucia fue no tenerle miedo al miedo. Subido a las azoteas, cantaba a voz en cuello extrañas canciones italianas, cocinaba “tuco” (del italiano suco, zumo o jugo de tomate), contando sus mujeres y peces plateados inexplicablemente multiplicados. “El Lupo” supo ser equilibrista de las culturas cruzadas .Tuvo hijos con negras, con cholas, con chinas. Naciéndole bellos, bestias, sangrientos y persignados. Salieron certeros para matar de un solo golpe, tercos por llegar a cimas inaccesibles. Sus hijos sumaron su osadía. Cumplidos los 72 años decidió divorciarse de Emilia, negándose a firmar en el papel “por mutuo acuerdo”.
Él quiso aclarar, dejaba a Emilia, mi abuela:” ¡Por puta!”. Emilia dejó de llorar cuando confesó gritando: “¡el platanero sí me pagaba!”. Lo hacía para compararle al Lupo su Pisco peruano, sus cigarrillos marca “Inca” y los alucinantes tomates domingueros para embelesarnos con su “tuco” italiano.

Richard Villalón.
Sevilla, 30 de septiembre de 2008
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jueves, 18 de septiembre de 2008

El Hombre de Yaracuy

Caramba, mi amor caramba, que bello que hubiera sido
Si tanto como te quise, así me hubieras querido.
Otilio Galíndez-Canto Popular Venezolano.

Recogimos a Miss Venezuela en la Estación de Autobuses Plaza de Armas a mediados de agosto. Llevaba ropa muy bonita, no se cansaba hablando de si mismo. Venezolano, contrario acérrimo de Hugo Chávez, escapado de Bélgica por los pelos. Se había enamorado por Chat. Venia por Antonio Manuel, quien le daría una cartita, para quedarse en un cosmos rodeado de fresas y campos cubiertos de artificiales plásticos en Huelva. Miss Venezuela es guapo, su principal belleza es la forma como repele la realidad cada jornada. Se paseó por la casa medio en cueros haciéndonos reír hasta llorar cada tarde. Sabía perfectamente, España no da trabajo a las “Misses” de su tipo, su Antonio Manuel era un cateto rubio, callado, culpable hasta las ronchas, por gustarle demasiado los hombres extranjeros. José Medardo era la paradoja de un reino donde la libertad parece caminar contra sentido. Había recorrido América en manos de narcos, seres habitantes de las tinieblas, ese otro armario... Padres de familia enganchados a su contoneo sensual mal habilitado. Cocinó “arepas” dos noches, en ese momento nos transportó a las selvas sombrías del Orinoco. En su cuerpo vivían alegrías muy lejanas, besos mal dados y su sonrisa descorazonada. Venezuela sufre, un dictador dispara cada día palabritas de neón, reinvención de una revolución simulada. José Medardo solo alcanzaba a hablar de los “cruising” por Ámsterdam, las dobles penetraciones en Bélgica y los señores a quienes Miss Universo 2008, Dayana Sabrina Mendoza Moncada, arrebató sin piedad el nombre de las cosas.
Le quisimos bien esos días, hicimos girar su rueca para no truncarlo, seguimos la cuerda, algo hacia temblar las palabras cuando él insistía en ser otro Boris Izaguirre en España. Su móvil llenó nuestras noches de verano, pasando hombres sedientos por los bordes de su cama, pidiendo rabiosamente lo que José Medardo no sabía dar en estas tierras sevillanas. Simplemente porque no lo traía, el amor pagado es el peor espejismo.
La mentira carga mueca particular, su mohín de reina de belleza desterrada, era un gesto atroz de tristeza ceremonial. Su perfección con respecto a lo inútil quedaba bastante cerca. Silicona fantasma, el dolor agazapado esperando ciego al porvenir.
Hablaba y hablaba desbordándose cuando Dayana se posesionaba de él, haciéndole decir: “Zin Shao” (hola en vietnamita) enseñando una dentadura blanca como la misma muerte. Recordaba asustado ese día cuando lo regresaron desde Paris hacia Caracas, custodiado por guardias de inmigración en el avión. Esa Europa lo hizo sentir mestizo, cobrizo, “marico” y sobretodo pobre. Pobre por cargar solo sueños en su leve cartera. Aún así regresó, tres meses después, valiente, altivo.
El caso es que la Venezuela del petróleo y de convocatorias masivas se hicieron añicos cuando él aclaraba una vez más:” Una Miss Universo venezolana reinaba el planeta.” Ni las llamadas cortantes, los mensajes insultantes de su país de origen, lo hicieron desprenderse de su banderita bolivariana cuando le hicimos fotos desnudo para su www.gaydar.co.uk/aaamedo.
Algunas personas quedan flotando en la memoria como manchas de chapopote en alta mar, él ha quedado transitando el corredor, desfilando la pasarela, en esa oscuridad premeditada con la que llenamos la casa.
Somos “cazadores de náufragos”, nos dijo una vez un rumano que había cumplido cárcel por ligarse a un militar en su país despiadado. Unos “buscadores de tesoros extraviados dentro del laberinto gay”, nos dijo un domador de leones ucraniano, mientras lavamos su ropa después de recogerlo a medianoche en un camino desolado de Aznalcóllar. Una especie de Magdalenas dando abrigo a moribundos de si mismos.
En verdad eso es el exilio. Mudar de piel, retratando canciones extrañas, bebiendo lágrimas contenidas para emborracharse de adiós y deriva. Somos buceadores rescatando de una oreja a un minero brasileño a punto de ahogarse. Los que cantan fados al portugués aquel, mientras tocaba el piano ininterrumpidamente, cuando su noviete menor de edad, lo abandonó para irse a Australia a buscar chicas curadoras de sus besos y sus manos.
José Medardo nos dejó astillado el corazón, se fue de nosotros a los tres días, como hizo Dios cuando se hartó de la nada, elevándose harto de tumbas y molestias terrenales.
Huyó a Zaragoza donde una maricona lo dejó sin maleta por ser tan pasiva como él mismo. De allí a Alcañíz, La Fresnera, adonde un cura colombiano piadoso lo recibió de rodillas comiéndole “el infierno” hasta el fondo del “perreo”. José Medardo seguía dando besos a diestra y siniestra, en su locura de Miss imaginaba el mundo “Lleno de paz y armonía”,” Los niños no debieran pasar hambre en ninguna parte” y “Si hubiera un holocausto nuclear salvaría como pareja (hombre y mujer) para preservar y multiplicar la especie humana: Al Papa y a la Madre Teresa de Calcuta".Responde hipnotizado con una emoción profunda como la piel de un papel.
Esta noche dormirá en cualquier lugar del continente europeo .Poco importa si echado, sentado o de pie. Soñará instalado en el rascacielos de Donald Trump, hacedor del concurso Miss Universo… Ebrio de aplausos, flores y una corona brillante adornando su heroica extenuación.

Richard Villalón
Sevilla, 10 de septiembre de 2008
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lunes, 25 de agosto de 2008

Ría José María




¿Y si en verdad fuéramos seres varados por el mar, para salvarnos?
Mi sombra contempla esta interrogante divirtiéndose mientras el verano pasea, saturando de yodo esta armadura brillante, espejando mi cuerpo. La Playa resulta un lujo para amantes extasiados. Entras, sales del agua, no reclamo ningún día anterior. Vivo contento teniéndote en libertad, habernos casado riéndonos del matrimonio. Somos puntitos microscópicos en la lente de un extraterrestre estudioso. Acuérdate, el mar es un témpano derretido, un vino inmemorial, una paella huyendo del arroz. Los peces saben ignorar sirenas desafinadas. Las bolsas de plástico son fantasmas afeados. Transatlánticas ruedan promesas embotelladas. Dos somos más que todo. El mundo nos verá cual presagio atravesando dudosos esquemas. Te amo.
Jamás competiría, queriéndote así.

¿Marcianitos?

¿Marcianitos?

Mientras se transmitía el regreso de la selección española, uno de los comentaristas hizo notar que no sólo había aficionados españoles sino también latinoamericanos, a lo que Maria Escario respondió "Por cierto, ¿has echado en falta algo en los bolsillos?".

Cuando la maestra se quitó las gafas, los tres comenzaron a rascarse intensamente los codos. Era una acción automática, algo incómoda para la situación. Ellos habían mantenido un diálogo amable preguntando acerca de la xenofobia tres veces. Les parecía maravilloso tener a sus niños en Tomares buscando una educación bilingüe. Aclararon, al comedor escolar no asistirían, aún no se habían integrado a la dieta de esta Andalucía tan espléndida. El padre negó la posibilidad a su mujer de que fueran los niños solo a “ver como los demás comían”.
Carolina, bilingüe contumaz, notaba algo extraño en sus acentos. Ella, por su marido polaco, estaba acostumbrada a escuchar a personas integrándose lentamente. Por suerte estos tres personajes solo querían inscribir a sus hijos en el colegio. Para ella, un acento era una especie de excitación sexual recorriéndole la columna vertebral.
“Bueno, las partidas de nacimiento las traen cuando sepamos si han sido admitidos, los empadronamientos tendrían que coincidir con la dirección que declaréis aquí y si necesitarais del bus escolar decírmelo ahora. Aquí hay un APA será mejor que no os dejéis seducir. Son unos liantes, haciendo política siempre.
Nunca hago política, soy tan independiente, mis huelgas las hago yo sola. Cuando me impiden ir de Feria, eso si que es un atentado contra la libertad personal, la Feria es sagrada hay que respetarla, casi 90 euros descuentan por dos días sin venir.
Por cierto, ¿su país tiene Feria? Se les ve muy divertidos, muy latinos ¿Dónde dijeron queda Andrómeda Seis? ¡Anda con esto de la guerra de los Balcanes como han cambiado los nombres a los países! “
“Señorrrittaaa Calorr-ina mi hijos afirman nunca haber visto una vena aorta tan perfecta, azulita, llenita de palabritas extrañas. ¿Es cierto que la Señorrrittaaa Te-Reza es lo que Uds. llamáis una “Pija”? .La vimos bailar en la fiesta de fin de curso una danza sensual, mientras sus niños usaban trajes llenos de puntitos de colores, por eso decidimos traer a este colegio a nuestros críos. Ella era como la fuerza de gravedad, irremediablemente caí embriagado bajo sus encantos, una piel de charol brillante y esos ojos, sus gafas, hicieron de mi galaxia una nave perdiendo el rumbo…”
Carolina muda escuchaba este monólogo viendo a los tres excitados, tensos. Atribuyó esa sensación a la espantosa resaca cargada como mochila escolar, una vez mas se planteó la posibilidad de beber solo los viernes. Era demasiado este sofoco, los veía caminando, flotando, no entendía ¡Por qué coño tenía este año que hacer las matriculas para el año siguiente! Ella bilingüe y viajada, encerrada en el absurdo mundo de padres replicantes.
“Nuestros niños han conseguido ser bilingües gracias a la televisión .En tres días han aprendido que Nicer Dicer trocea todo lo que toca y los colchones Restform se auto-
inflan para las amistades .Han seguido creyendo además que Irak tiene armas de destrucción mas IVA. Alguna gente por las madrugadas piden desde la pantalla nombres de pájaros con solo la vocal O. Los billetes viajan en cintas deslizantes y un sonámbulo, cada media hora, se equivoca con los pájaros, los triángulos… esos acertijos donde parecen someter a los televidentes a un ranking de estupidez.
Esperanza Aguirre comanda un reino feroz donde su principal batalla es quitarle las golosinas a un tal Rajoy, el señor Zapatero ha encontrado dos mil quinientas setenta y cinco formas de llamarle otra cosa a la palabra crisis. Sarkozy ha sido devorado por una araña negra quien le canta cual sirena, mientras emite leyes para que los extranjeros se vayan por donde vinieron, llenos de vergüenza y envenenada resignación. (Siendo los dos hijos de extranjeros).
Mis niños aprenden rápido, en nuestro país quien no aprende se queda solo, la soledad es el primer paso hacia la muerte. Tenemos dos satélites emitiendo programas con recetas de cocina y un pedazo de sol desprendido de una nebulosa olvidada.
Señorrrittaaa Calorr-ina queremos una educación para adaptarnos, no buscamos ningún contrato de inmigración, venimos a pasarlo bien, por suerte no habrá manera de echarnos con la excusa de la reubicación familiar. Aquí estamos todos los que somos.
Hace más o menos ocho años enviamos la primera delegación desde nuestro “país lejano“son conocidos aquí como la familia Beckham. Ella odiaba los ajos, las calles sin tiendas para poder gastar la llenaban de espanto. Él se llenó de tatuajes porque hizo de ese suplicio su forma para alcanzar orgasmos. Las agujas vibrantes lo hacen eyacular estrellas, olvidar por un momento lo lejano de su planeta originario y esas ganas locas que tenemos por comernos los glóbulos oculares del prójimo, por supuesto.
Contaron de una gente amable solo con quien cargaba dinero. Dijeron:” el éxito es la única llave para abrir todas las puertas de este mundo…” Sus niños vivieron felices en una burbuja con guardaespaldas furiosos metiéndose coca alrededor de ellos.
Los Beckham han desertado, se han integrado plenamente, les encanta provocar envidia. Porque Señorrrittaaa Calorr-ina la envidia es realmente lo que nos ha traído a estos rumbos. Hemos descubierto que cuesta muy poco producirla y el planeta Tierra está lleno de ella. Desde el párroco mas insospechado hasta el alcalde mas estilizado. Envidiosos naturales.
Comemos envidia, bastará sentar a los niños a ver las calles. Se harán gorditos y grandes, fuertes y divertidos. Especializados y certeros.
En nuestro lugar la envidia comenzó a decrecer , nadie se sabía menos importante que el otro .Por eso allí nuestros paisanos se transformaron en seres sosos, resignados, tristes. Ni siquiera una mala voluntad camina detrás de algún ojo. Nadie ve mal el progreso de los otros, cada vez somos más patéticos, delgados, pálidos. Igual a Victoria Beckham que aun no ha conseguido envidiar a nadie. La felicidad deteriora cuando provoca nada.
Una noche buscando remedios alguien escuchó la receta de la ensalada de endivias, en su confusión, informó de este mundo como el lugar prometido, lleno de envidias. Mandaron a los Beckham y el tiempo nos recompensó. Los informes coincidieron, hemos venido por el combustible vital buscando que nuestra raza no se extinga. Apenas nos instalamos la primera cena fueron los gestos desmesurados de nuestra vecina envidiando .Hemos incluso enviado dos giros a nuestros familiares, podemos hasta ahorrar. Uno es la envidia de alguien por ver nuestro coche y el otro la envidia de una gimnasta por la cintura de mi mujer o “mujera” como se llaman ahora las cosas. Es un paraíso verdadero esta tierra querida. Se envidia todo, ninguna causa es justificada.
Missssss… Calorr-ina nos gustaría plantearle ciertas dudas para integrarnos y hacernos seres votantes, domesticados y asustados como todo habitante de la Tierra.
¿Por qué será que si uno habla con Dios, la gente piensa que eres espiritual, pero si Dios habla con uno, la gente piensa que estás loco? ¿Puede la esterilidad ser hereditaria?
¿Por dónde entra el agua a los cocos? ¿Puedo guardar el ratón de mi ordenador con el gato de mi coche? Si "abrazar" es rodear con el brazo, "apoyar" ¿qué es? Cuando una mujer está encinta... ¿también está compact? ¿Por qué no detienen a los que infringen la ley de la gravedad? ¿Se esteriliza la aguja para ponerle a un condenado a muerte una inyección letal? ¿Los peces beben agua? El recto... ¿es insobornable? ¿Por qué no hay comida para gatos con sabor a ratón? ¿Por qué en este mundo hasta los ceros, para ser algo, deben estar en la derecha? ¿Adónde se va la luz, cuando se va? El otro día compré agua en polvo. ¿Pero cómo la preparo? Si los vegetarianos comen vegetales, ¿qué comen los humanitarios? ¿Por qué no hacen los aviones con el mismo material que usan para hacer la caja negra? ¿Cómo saben los ciegos cuando han acabado de limpiarse el culo? ¿Es peligroso masturbarse debajo de una manta eléctrica? ¿Por qué picha es femenino y coño es masculino?”.
“Paquito Chocolatero” sonó en su feria secreta interminable, Carolina se prometió íntimamente hacer de esta entrevista algo privado, “Esto nunca había pasado, esto es la consecuencia de mezclar la dieta con las anfetas, el pensar en dos idiomas para responder en uno solo. Nunca más el porro, nunca más Carolina…mira el resultado…”

Richard Villalón
www.richardvillalon.com
Sevilla, 12 de julio de 2008
correo@richardvillalon.com

jueves, 5 de junio de 2008

Spharka Gym


Escapé de los tiburones vencí al tigre y fui comido por los chinches.
B. Brecht

Todos tenemos cola para ser pisada. Soy el Sr. Hámster, recorro estáticamente kilómetros. En esa absurda paradoja recuerdo a familiares brillando empozados, adornando mis historias con sus encantamientos hilarantes. Todo acude cuando uno camina sin avanzar. Las mañanas son el caleidoscopio donde aparecen imágenes para escapar de la gordura. Viajo hace meses, en esta alfombra mágica, una hora diaria, por esa sinrazón buscando al que perdí. Es mejor cambiar de ojos, que cambiar paisajes, aseguran.
La ventaja de viajar consiste en poder inventarse en cada sitio una nueva familia.
Tengo una Noelia imantada, una Maricarmen hipnotizadora y hadas saltarinas tres veces por semana matándose a golpes de Pilates, esa nueva manera de llamarle a los aquelarres, en este siglo de términos rebuscados.
En el gym se escuchan las peripecias del mundo por bajar de peso .Aparecen manías extrañas. Las manías son asquerosas, todas, menos las propias. Llevo media vuelta a la tierra en kilómetros de tanto que he corrido aquí. Esa desesperación de estar y no avanzar, sudar y no correr, es la razón para afilar oídos. Los cuentos fluyen rebasando las fantasías de cualquier ocioso, haciendo gimnasia.
“¿Te has enterado? le pegan… ella se calla porque le va la caña”. “En mi comunidad son extraños, compran en Carrefour, visten en Zara. Planean repartir gastos de una luz inexistente cuando llueve. Estoy segura, en las reuniones se citan a escondidas con claves crípticas algunas esposas con los vecinos casados”. “La pobre… tiene un hijo que le roba para ir a los campamentos de moteros”. “Si supieras lo barato que es viajar, lo bellas que son las islas griegas, aunque cuando se emborrachan se les da por romper platos”. ”Sí, solo como pollo hervido, arroz blanco y tomo anabolizantes, eso si, cada vez que me corro me entran unos escalofríos donde confundo las ganas de mear con las de eyacular”. “Los huevos se ponen “chiquetitos”, no empalmas mucho, pero bueno, y los “peazos” de tríceps y bíceps ¿qué me dices…?”.”Lo que se come se cría, de tanto pollo, verás como tengo a la hermana del pollo…”
Monsieur Hámster pelo largo, nunca dejo de reírme, en un oráculo llevo viendo las auras de los culturistas y por sus ojos, sus almas felices de conocerse a si mismos o inventar a quien suponen ser. Sudo helado, más de la cuenta, cuando veo molineros arreando cabras, atravesando el gimnasio. Una señora enlutada se me aparece hablándome de un pozo donde se ahogó en los años cuarenta. Dos fantasmas galgos contaron desde los espejos, allí detenían a la gente en años donde la guerra civil era un pretexto para deshacerse de los diferentes. Los antidepresivos sobran, cuando se ven aparecidos…
Este paraíso se llama Spharka en Espartinas City casi a orillas del río Re...Pudio. Universo colorista donde he puesto cerco a la obesidad de la maldad. De lunes a sábado a partir de las 8.30 a.m.
Las imágenes pasan por la tele plana, el sonido confundido con la música tántrica, hacen que la vocecita de Rajoy se mezcle con el ¡uno y dos! de los saltos cualitativos verdaderos. El terremoto de China sonó a 20 kilos de pesa cayéndose al suelo engomado. Isabel Preysler sigue “mona” pero sus bombones han caducado. La caída del ladrillo iba a llegar, cualquier “spinning” agota cuando es forzado.
Aquí hay mucha marcha, el ritmo lleva a pensar en esos lugares deliciosos donde cualquier huracán será olvidado. Los “hartavozes” echan mala música pero el cariño es
L-Carnitina despojando al cuerpo de sus mezquindades. Esta sensación de proteína levanta cualquier ánimo perdido. Una actitud extrema será la que nos salve de ser ATS, policías, amas de casa, gestores, médicas, abogados o maestros 24 horas al día, sin descanso, sin anestesia. Nadie sobrevive sanamente a la gota de agua perpetua, la monotonía. Heteros, homos, bisex, pansexuales, tricornios, unicornios, cornudos, solteros, casados, velludos y depilados. Osas, osos, falsas pijas, lobitos y zorritas, slaves o amos, anoréxicas y jubilados. Bulímicos, ortoréxicos, disléxicos, gente de bien derecha, de doblada, de izquierda o zurdos maleducados. Europeos, emigrantes, americanos, canarios, ecuatorianas, argentinas sevillanas, bulerías, rápidos o atarantados, gitanos, seguratas, moros liberales, animales inclasificados. Amantes premeditados, ex amantas santiguadas, catequistas fundamentalistas, seminaristas apasionados. Morales, inmorales y resignados. Decentes salvajes o amaestrados.
Una mancuerna para los que sabemos que la esperanza puede dormir, pero no morirse. Spharka el microcosmos de un planeta sobrevivido, guarecido, reparado, rescatado.

Richard Villalón
Sevilla, miércoles, 04 de junio de 2008
http://www.richardvillalon.com/
correo@richardvillalon.com

viernes, 23 de mayo de 2008

España Pa tí








Rastreo palabras buscando un camino de regreso, las hay como hojas caídas en el bosque ignoto de mi miedo. Palabras con brillo de diamante y otras oscuras que han caído desbarrancadas por el olvido. ¡Qué sensación ésta tan paradójica! Quisiera contarte lo bien que me ha ido, después de ti no hubo mejor mujer, supe resignarme.
Me casé con la tonta, mejor dicho, con quien no sospechaba de mis párpados cerrados cuando la hacía mía y ella me convertía en un ser extraterrestre, lejano, con un pulso diferente para vivir en su mundo acicalado.
He ascendido hasta la cima más extrema, aun allí, no dejé de recordarte. Eras mi brújula bella, la distancia exacta para no romper el delgado hilo que separa la vida de la muerte. Estos años creo haber vivido una muerte intensa solo por saberte en el país donde jamás pudiera nacer una mentira.
Cada palabra tuya aparecía tiempo después en las conversaciones más triviales.
Una vez un cura dijo que el amor es un ejercicio, donde si no sales sucio, es porque nunca has amado.
Otra vez, en un consultorio dental, una viejita advirtió que mis dedos eran de aquellos hombres que no saben quedarse con los tesoros. Ayer mismo, mi nieta jugando detalló a mi barba pinchando como un erizo cuando lo perseguían doce perros. Tus palabras estos años han reaparecido, pregunto si lograste ahogar mis labios en el mar del pasado. Desterrado del paraíso donde íbamos a fundar una raza, aunque mi mujer es buena hasta la enfermedad, no dejo de beberte cuando el whisky quema, mi memoria y tus pies resucitan del olvido. Jamás volví a ese bar, ni arriesgué buscarte en las páginas amarillas. Cuando sonaba una cumbia me miraba tras la cortina del recuerdo, bailando torpemente con la sudamericana esa que me leía los lunares y me hacia sudar antes de correrme vivo.” ¡Papacito lléname! ¡Sácame sangre! ¡Llévate mi dolor en el caudal de tu leche humeante! “
Tus palabras ambarinas eran la puerta del infierno, aun así, volvía disciplinadamente a escuchar que lo tuyo de ser puta no era por necesidad, mas bien que te gustaban los hombres. “Debiera haber el día de Santa Pinga o del Cíclope Cabezón…” Te gustaban los besos en la boca, ser tratada como una señora. En tu país nunca pasaste necesidad, te habías enamorado, tú y tu mamá, de Jorge Mistral. Venirte a España era acostarte con él disfrazado de mil oficios. Los bares de carretera en ese entonces ni siquiera llegaban a ser puticlub, tú y tu caminar de ocelote llenaban mi vida de estudiante provinciano. Aunque eso era un burdel, para mi, era la catedral donde Dios aparecía al fondo mismo de tus piernas.
No sabes cuanto te he sufrido estos años, ¡Mi negrita! ¡Mi mulata diferida! Cualquier hombre para ti era la piedra con quien rompías el vitral de la santidad .Los hombres y sus sudores te hacían “La Reina de España”. En tus cartas pedías disculpas por las faltas de ortografía a tu mamá querida, decías que harías cine como Carmen Sevilla. De cariño te decían “La Marisol” aunque estuvieras teñida.
Tus pezones duros me comían, tu sabor a arroz blanco flotaba en mis encías, los cabellos de mi piel electrizados quedaban en tu camita sucia, en el sabor de tu universo canela… ambrosía.
Te quise tanto, nunca encontré el final de esa aventura. Me hice doctor en medicina. Estos años examinando mujeres, rearmando tu silueta como un psicópata, jamás reapareciste del ayer, cual milagro. Jurabas que antes de quererme a mi, te hubieras quedado con tu guerrillero miedoso, allá en tus cordilleras. Para ti, yo solo tenia el valor de los caracoles llenándote de baba todo el cuerpo, era un españolito de mierda marcado por Franco eternamente. Nunca pude pagar tus horas empleadas. Cuando nos despedíamos pedías medias de nylon y un perfume horrible de Myrurgia. Esas madrugadas regresaba caminando triste, aturdido por la carretera. Oliendo a ti, a jabón Lagarto, a tu rabia contenida desde que el cabrón de Colón llegó a tus islas.
Te juro, quise casarme contigo, dar la cara, decirle a mis padres haber encontrado a la mujer de mi vida .Presumirle a mi hermano que me habías comido lo incomible, tocándome el timbre justo en el momento de la explosión. Gritarles a mis titas el terrible amargor de su soltería. Fui cobarde hasta la misma médula dejándote justo el día que te regalé una maleta .No te denuncié cuando robaste mi anillo de promoción, mi reloj de oro y el prendedor del abuelo. No supe llorar, debiera haberlo hecho, odié a los “sudacas” hasta el final de mis alegrías, haciéndome de derechas, guareciéndome en una insólita y profunda madriguera. Ahora rebusco palabras tratando no olvidarme de quien pude ser. Mientras, el espejo se llena de mí y de mi mujer, como dos floreros de un culebron, dos suplentes condenados a esta habitación.

Richard Villalón
Sevilla, Miércoles, 21 de mayo de 2008
correo@richardvillalon.com

viernes, 9 de mayo de 2008

Rocío, Blanca Paloma y Pentecostés, son sinónimos


“A finales de marzo de este año saltaba la alarma ante la misteriosa desaparición de abejas que habían dejado el 25% de los enjambres en 24 estados de EE.UU. A la noticia se han sumado las numerosas denuncias a las autoridades de países europeos como Polonia, Grecia, Italia, España, Portugal y Reino Unido por parte de los apicultores anunciando el mismo problema. ¿Qué esta pasando con las abejas?...”


Una vez atravesado “El Quema” las ambulancias y la Guardia Civil quedaron perplejas al encontrar las carretas intactas, las hogueras encendidas, ninguna huella. Los helicópteros buscaban infructuosamente y aún los telediarios no tenían autorizado decir nada. No vaya ser cundiera una alarma social y se le dé a los ciudadanos por asaltar ciudades, asegurando el fin del mundo.
¿Qué podía haber pasado? “Aún está por confirmar la Hermandad desaparecida”.Serían trescientas personas sin paradero conocido. Gente ataviada con sus trajes, llenas de risas y chanzas propias del peregrinaje Rociero. Fieles con una serie de promesas por saldar ante la Blanca Paloma.

Juan tuvo esa sensación dejada por las ensaladillas en mal estado, miró a Rocío, su mujer, y le aseguró que Lola nunca había sabido cocinar y mucho menos congelar las cosas para que no se descompusieran. Claro ¿Rocío qué iba a decir de su hermana?, la pobre, divorciada a los 32 años, sin hijos con un sueldo de maestra manteniendo al sinvergüenza ese que había demostrado maltrato mental. Al final el pueblo se quedó calladito, sabían que en esa casa quien pegaba era ella y todo cerdo o cerda tiene su San Martín. Juan fué el primero en reconocer que después de aquel gran ruido tras atravesar el vado del río, algo había cambiado. Él se sentía medio vivo y medio muerto. Él fue el primero en darse cuenta que le habían robado su sombra.

Carmelita de repente encontró a Encarna y se puso a contar en regresiva el número de cervezas y finos ingeridos. “Que piripi estoy, veo gente que hace años no veía”, se dijo para sus adentros. “Niña que bien estas, anda que para ser tres años, nadie sospecharía que estas muerta. ¿Que coño ha pasado? ¿Te sigues haciendo las mechas? ¿Supiste al fin con quien te engañaba el Antonio?”

Recuerdo a Pepa siempre trabajando callada, siempre haciendo manualidades, siempre guapa y lo rara que resultó su muerte. Anda que morirse en Semana Santa dejando a todos callados e interrogados, cuando por salud mental, su madre decidió quemar la carta de su suicidio. ¿La Pepa se iría virgen a los cielos? Que raro, hace tres horas que en vez de caminar, voy flotando ¿Será la tensión? Que extraño miran, ¡ultimo Rocío que vengo de invitada a esta Hermandad! Nadie me habla y pasan de mi.¿Me habré muerto? ¿Por eso habré saludado a La Pepa sabiéndola difunta?

Miguel no supo que decir cuando al mojarse los pies y en medio de esa lúgubre ventolera apareció su mujer. “Niño, ¿sigues teniendo ese insoportable olor de pies? Ja Ja Ja, sus risas ahogaron su asombro y Miguel Ángel la abrazó como nunca lo había hecho en vida .Los dos supieron todas las palabras que faltaron antes que ella quedase en la mesa de operaciones, ahora todas esas palabras pronunciadas con ese silencio cortísimo se habían soltado cual palomas. Los dos entre el gentío confundido solo alcanzaron a decir si el gato seguía meándose en los arriates. Miguel Ángel y Lupe tuvieron la seguridad del milagro. Estaban otra vez juntos, no sabiendo en que mundo, pero juntos.
Juan María cuando regresó al caballo se encontró con Mateo, su Mateo. Mirándose embobados, un olor a pino y a marismas los hizo quedarse quietos y acercarse como en los culebrones y besarse tanto, tanto, que ninguna felicidad del mundo hubiera tenido mejor talla que esta estrenada por esos dos amantes secretos, eternos. Mateo se había muerto pensando que 40 años de compadres, de amigos y de burdeles nunca habían confundido su manera de ser hombres amadores de otros hombres (gay como se dice ahora) ninguna de sus mujeres podría haber sospechado que a ellos los unían unos sueños sucios, pero propios. Sus hijos bautizados fueron los hijos que nunca hubieran podido tener sin la ayuda de sus parientas....
Pepe reconoció que Amalia nunca supo, ni aprendió a quererlo. Su abnegación hacia sus hijos todos estos años de viudo, fue su escudo protector. Nadie sospechó una estricnina tan efectiva, sus amigos coincidieron en asegurar que cualquiera parto, luego de los 42 años, era sumamente peligroso.
“So puta, ¿Cómo hubiéramos hecho, tu trayendo al mundo a un niño chino? Tanto ir y venir de asistenta social te tomaste en serio, hasta el puto fondo, tu personaje de señora caritativa. Preñándote del piltrafilla ese del chino que trabajaba en Coria, en la fabrica de arroz, como todo chino. ¿Que me vienes a reclamar? Te libré de la vergüenza de aclarar ante las vecinas, cuando tu niño anduviera pidiendo rollitos de primavera. Ahora hablándolo ¿Me perdonas? Te he extrañado como una fiera, estos años se me han hecho siglos. No he tocado a ninguna mujer, ni siquiera en el puticlub de Espartinas. Algunos creen en mi soledad como el hueco de tu amor. La verdad es que siempre te he querido. Mi rabia nunca te venció. Mi soledad, mi vergüenza, me han comido noches infinitas temiendo que nuestros hijos descubrieran en su casa a un padre asesino...”
¡Extraño caso de desaparición masiva en el Rocío! Las autoridades creen en un secuestro colectivo. Otros creen en una fuga masiva, el 90 % de los desaparecidos habían pedido préstamos a las Cajas y a los bancos para llegar a la peregrinación anual.
Unos dicen que la Virgen este año ha llorado sangre, los más malvados aseguran que sus lágrimas son de risa. La han vendado de la mandíbula para abajo, porque no deja de reír desde hace tres días.
En las arenas hay escrita la palabra “milagro” trescientas veces repetidas…

Richard Villalón

miércoles, 16 de abril de 2008

Pellejito de Breva


Uno nunca regresa entero si vuelve de Afganistán, soy un soldado pacificando a balazos.
¡Quién pudiera olvidar esa mierda!, ¡Olvidar esas caras en el retrovisor, persiguiendo mi camión lleno de arroz! He vuelto, mi cacería de la paz me ha dejado marcado.
Construyo mi casa buscando materiales para hacerla blindada. No quiero ser el cerdito que construyó con paja.
En los baños de Ikea existe una pieza suelta para construir la felicidad. Ninguna tuerca con nombre sueco tendría la clave para encontrarla.
No busco esa felicidad de revistas y catálogos. Voy tras una felicidad fugaz estrella, brillante ante cualquier oscuridad sellada. Si en tu espejo ves líneas marcando solo sombras es porque tu felicidad es anémica, tiene uñas maltratadas con esperas huecas, dientes rumiando una tristeza errada. No tienes felicidad, tienes otro espejismo. Cambia de canal.
Le ví entrar, perseguir su silueta turbia en esa estrechez hizo disparar esta pulsión rotunda. Igual cuando preguntábamos a los caminantes de las carreteras de Oriente, le asalté sin piedad.
Callar es sembrar misterios hondos, su boca encendió el color dentro de la cueva de mis apetitos, su saliva parecía contener un antídoto contra el miedo.
Su ombligo tembloroso elevó el mundo hasta el punto que se abrieron las puertas del deseo para cerrarse las puertas del absoluto. Caí y sus labios solo atinaban a buscarme, adivinando los mil nombres nunca míos.
Es lluvia en Abril y los relojes me llevaron a buscar un manual para quitarme esta aspereza diaria, este vivir esperando, este esperar sin vivir. Toda lluvia está habitada por demonios sueltos. Entrar a ese baño dejó a la vida afuera, sorda en esa libertad instantánea. Buscándose a si misma, dejándome descansar por fin.
Un señor a su edad en un baño es un acertijo. Un remolino de fondo nos abisma, nos empuja y cuando su calor me hizo desconocer este frío antiguo, ya era tarde. Los extraños siempre dan esas cosas que los conocidos escatiman. Mis gritos hablaron de Dios cuando su piel entró en mi infierno…
Para descargar mi culpa ayudo al pueblo Saharaui, estoy inscrito en dos asociaciones de defensa de los animales. Las focas retumban mi pecho cuando las matan a palazos en cualquier ártico feroz, reciclo los papeles y las baterías las llevo a su contenedor.
Busco ser un hombre correcto pero hay síntomas delatando lo contrario. Me acostumbro a dejar de presentir a alguien, aguardando tras la lejanía con un beso ciego y ninguna promesa.
Mi padre juega a despistarse, mi novia asegura tener un santo a su lado.
Mi madre siempre supo que lo mío es una bomba unipersonal debajo de la almohada.
Mis hermanos se sienten orgullosos de mi papel de soldado pavoneándose en sus “botellonas”, haciendo planes para seguir mi ruta y lo fácil que resulta comprarse una casa cuando vas a la guerra. Ninguna guerra se camufla con el pretexto de la paz.
Me gustan los señores parecidos a “Tito” José María. Los que hablan de cocina y un mono-volumen para escapar a los hoteles.
Me ponen las tías preparando oposiciones y más las sudamericanas sudando como fieras cuando mi instinto las acorrala en cualquier puticlub lejano al mar:
“Suda-americana, reina madre de mi fiebre desbocada, perrea, perrea…”
Busco sitios donde la comida se cocina a base de frío, así me parece haber cocido mi espíritu todos estos siglos. Haber domesticado ciertos instintos.
En Ikea busco modelos sofisticados, paradójicamente iguales. Me gusta ser original, al final, resulto un conservador de la costumbre extraña de jugar a la diferencia. Ocurre con todos los supuestamente distintos. Acabamos siendo horteras comprando en Ikea o catetos por declarar que nada nos gusta de Ikea. Armar es difícil en este lugar donde desarmar es una consigna.
“Pellejito de breva” no me digas tu nombre, solo bebe, solo ama, solo folla. En el estacionamiento tu humedad me delataría sino hubiera usado tanto papel para limpiarme de ti.
VIP, soy Bi, soy Bip- Bip, el correcaminos con su presa atenta, nada tonta. En tus manos una cera derretida va convirtiéndose en estatua, capturada en la pasión de un baño mientras el cielo se desploma. Vivo buscando las llaves para ciertos tornillos excéntricos, descolocados. Viejito con la piel de niño, “pellejito de breva”, mátame más…
Se despide “Pellejo de coco”, mudo, loco, militante despiadado. Cambio y corto…

Richard Villalón
15 de abril de 2008
http://www.richardvillalon.com/
correo@richardvillalon.com

miércoles, 2 de abril de 2008

Magdalena en Abril




Cartería

1. f. Empleo de cartero.
2. f. Oficina inferior de correos, donde se recibe y despacha la correspondencia pública.
Carteria.- carta desde las arterias…


Magdalena, cuando llegué a Sevilla, lo primero radiante, hipnotizando mi corriente sanguínea, fue la Feria de Abril. Mujeres mariposas volantes, hermosas. Hombres firmes, centauros, miradas de metal, alados…
Un campo iluminado por casetas donde parecían haber aparcado las naves más fantásticas de un planeta desconocido, por descubrir.
Música, mucha música, así concluí que el jardín de la alegría había plantado sus raíces mas caprichosas aquí. El Edén de los cuadros era una imitación burda de esta Feria, donde estábamos blindados tras el alcohol, guiños seductores, trajes llenecitos de flores bordadas como humo.
La Feria es eso. Una alegría, como simulacro constante para escapar de días poblados por desconsuelos habitados y deshabitados. Aquí me quedé, subyugado por el lujo de vivir riendo, escuchar lluvias en Abril, sentarme entregado al Guadalquivir, usar el fondo de un vaso de fino, como horizonte .Sentirme volando sobre el olor de los fritos, las gambas, los quesos, jamón recién cortado…
Magdalena, eso fue “mi presente”.Pero cuando acababa la Feria acaba todo.
Después de estos doce años, no me repongo, vivo en esta ciudad- ilusión con una sonrisa casi mueca. La alegría queda diluida en gracias salteadas, en gente acumulando chistes como quien guarda cromos para intercambiarlos en los bares el resto del año.
Floto vacío, una sevillana terca repitiéndose en este cuarto, donde el corazón se deja tragar por la tristeza. Un televisor escucha los palillos con los que la soledad se contonea, loca por no quedar en quimera.
Te cuento esto porque sería bueno advertir a la gente, mientras bailas, la existencia de ciudades espejismos repartidas por la vida de los esperanzados. Debemos cuidarnos de esas alegrías tan antiguas, ellas, como cualquier sirena, embaucan al despistado haciéndole naufragar.
Algunas noches me despierta la sensación de deambular calles en mi ciudad mexicana, siento tenebrosamente a los demás, despreciándome por quedarme aquí. Haber perdido mi magia de sobrevolar, abandonar tanto al bien como al mal. Un Limbo sin brújula para culpar.
Esta ciudad prisión me ha transformado. Callado junto a una rueca donde los días se parecen a si mismos y el amor de mi vida es el centro exacto donde la realidad me obliga a disparar torpes dardos.
Canto muy de cuando en vez. Cuando canto algo ha manchado tan “negramente” el arco iris de mi voz pareciendo no existir ningún detergente para limpiar esa mácula. Vivo una resaca eterna. No entiendo lo que pasa… la garganta seca como arena…
Mi vida dividida viendo a un partido político haciendo callar al otro. Gente de la calle, debiéndole siempre algo al futuro. Un fandango laberinto del cual nadie se resigna.
De tan triste que me han hecho, ni siquiera voy a los cementerios a disfrutar la vida, presagiando la estación a donde llegaremos, sin despojarnos lo danzado.
Magdalena, tu recuerdo bailando contra el dolor, es mi amuleto. Exorcizando con tu belleza los daños del mundo. Tu trenza en mi casa, iluminando ese jardín donde aventurábamos un futuro trabajando. Lejos de nuestro país geográfico, inventando nuestro país común. Hermana, raptada por esta distancia insuperable… ¡Cuánto me faltas!
Va a ser verdad, el amor nos esclaviza cuando es el verdadero, el fulminante, el detonante, echando por tierra nuestros sueños, soñados. Nunca debí dejar aquellas ciudades donde la Feria era la vida sobrevivida. No celebraba solo en Abril la vida. La gente cargaba su música en el fulgor de una mirada persiguiendo estrellas fugaces cada sexenio, tú cocinabas ingredientes cambiados mientras el sortilegio de tu presencia hacía saltar los obstáculos para llegar a la felicidad. Magdalena damita dinamita derribante…
Magdalena esta ciudad no es mala, el problema es que nunca comparte la dirección, ni el teléfono de su perversión.
Cuando bailes advierte al mundo, soy un rehén de la belleza. No puedo escapar.
Es Abril, ahora retorna ese barco fantasma de la Feria. Con sus pasajeros ebrios de una luz inventada, donde la proa se hunde y se sigue bailando. Ciegos de ser únicamente sevillanos.
Pondré mis mejores sonrisas en el tarjetero y de caseta en caseta el mundo se volverá efervescente. La existencia tendrá un compás de sevillana reiterante, las gentes repetirán “como Sevilla no hay dos…”.
Ya no soy extranjero en esta ciudad tan suya, mis diferencias marcan esa distancia siempre. Soy extranjero de mi mismo. Cuando bailes recuérdame, nunca como estoy, más bien como contigo fui…

Richard Villalón
Sevilla, Martes, 01 de abril de 2008
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jueves, 14 de febrero de 2008

richard villalon: Es Ta…lento

richard villalon: Es Ta…lento

Con...trato



No quiero tender la cama, he luchado contra ti toda la noche. Sus refugios blancos resultaron guaridas donde el dolor masticó impasible. Cada vez que te vas, siento evaporarme, es verdad, el amor es un castigo para quien no sabe vivir solo. Tu olor es un río llevándome a fondo, una velocidad violenta, una piedra al cuello. Como preso político que ha sobrevivido a mil picanas y lo llevan en avión para desaparecerlo en alta mar.
Así anoche me has faltado… Como esa llave ausente supone abrir la puerta de los silencios. Me has faltado mucho, embriagado reconocí un ojo azul en el móvil con mensajes inútiles escapando de la plenitud .No quiero tender la cama porque huele a mi miedo de vivir sin ti. Prefiero esa certeza, a no habitar jamás en mí…
La televisión bombardeó con su mirada feroz esta habitación. Aparecieron señores vendiendo maneras para triturar una manzana, un experto cortando en cuadraditos, reía en alemán hablando de la calidad, como quien sabe encender un horno crematorio. El gato veía la película de mi soledad como vigilando un ratón en su primera pirueta.
Señor Rajoy ¿En qué parte de su contrato hablan del amor que nos arrastra a España?
¿Qué nos llevaremos los salvados, los que no llegamos a ser empujados al vacío sobre el mar? ¿En el contrato se aclara que huir es la manera cruel de ser castigado?
Señor Zapatero ¿Todos son tan amables como Vd.? ¿Estará bien mi mano haciendo la curva de su ceja? ¿Donde vive la felicidad cuando somos abandonados por nuestro país? El pan resulta una caridad a pesar de haberlo ganado trabajando en oficios desechados.
Todas las preguntas pueden ser armas terroristas. Uno quiere volverse feto o una patadita en el vientre materno. Llorar para no salir a este mundo llamado Europa, a esta sensación de cargar una estrella frente a las alambradas. A este temblor cruzado entre el miedo y el frío de la indiferencia con la que nos castigan al pensar en nosotros, como diferentes. Seres poco calificados, armas de destrucción pasiva, muletas de los viejos, cuidadores de niños, carne de viveros o putas de carretera.
Sabemos perfectamente que la vida tiene un motor llamado deseo, engrasado con sueños. Rojos o amarillos, azules, negros o claros, veloces como parpadeos en la montaña rusa. Ahora estoy trabado viendo estos personajes vomitándonos con promesas electorales, cada palabra suena a corriente presagiando muertos. Un molino con sus goznes oxidados hace siglos. Suena a nuevos ricos acechando oficinas, a futuros planeados sobre contratos basura. Una bolsa de plástico donde el paro no es cardíaco. Un accidente social siempre premeditado. Un seguro donde la máquina severa no cumplirá con el hombre.
Se vienen las elecciones, debiera pensar cómo recuperarte. Pienso en tu calma, en los dedos de tus pies cuando duermo entrelazado a tu pelo de maíz, tus ojos de cenizas aun caldeadas, el sueño de vivir juntos hasta que la vida nos separe, morir juntas las eternidades insospechadas.
Tengo miedo de tender la cama, no vaya a ser motivo para romper algún contrato. Solo siembran miedo, el temor nunca es respeto. Ojala Rajoy se case con alguien peor que Carla o amanezca convertido en sudaca- rumano- chino. Sus vecinos le miren desconfiando sus costumbres. Su comida huela mal. Ojala su hipoteca se vuelva contra sus mejores fantasías Pierda las gafas un minuto antes de tomar el metro atestado. Despierte en medio de Irak justo cuando pasen los guardias armados. Lo confundan como él confunde con su claridad tirana. Descubra dos padres o dos madres en su partida de nacimiento Ojala se convirtiera en humano aterrado sobre una patera. Le deseo tanto mal como el que él, fabrica para mi.
Ahora no quiero tender la cama, quiero beber tu sonrisa como quien tras del desierto descubre un manantial. Como un hombre gritando ¡Tierra! desde una carabela, como la sangre llega al corazón después de mil arterias, confundida…

Richard Villalón
Sevilla, 13 de febrero de 2008
http://www.richardvillalon.com/

jueves, 31 de enero de 2008

Es Ta…lento




El secreto de poner en ridículo a las personas reside en conceder talento a aquellos que no lo tienen.
Cristina de Suecia

“Mi niña es una artista, sabe mover las orejas y nadie le ha enseñado, además, cuando ve a dos mujeres hablando en el mercado, les adivina las palabras solo al verlas”.
”Maestro, le voy a contar algo que nadie sabe: tengo capacidad para ser perseguido por los perros en la calle, para que los pajaritos se choquen cuando vuelan y para que mi novia no sospeche que llevo sin bañarme varios días”.
Estas conversaciones las cargo desde hace dos semanas, vienen hostigándome de manera obsesiva, creo exorcizarlas al escribir. Me gano la vida dando clases de canto y teatro. La palabra talento siempre me ha parecido exagerada, peligrosa. Muchos talentosos al transcurso de los años han resultado un fraude, sus revoluciones culturales se han cargado muchos corazones esperanzados. Pero está pasando, la gente anda cargando ese término cual talismán extremo para escapar de la realidad. Se resume viendo televisión:
Hace tres días vi a un señor tirándose pedos de manera desmedida, con un público cagándose de la risa ante los pedos. Está claro ¿Qué otro lenguaje utilizaría si comenzamos con la palabra pedo? Los jurados del programa no hicieron algo para que el espectáculo resultara más corto. Esperaron y esperaron, al final de manera hipócrita, despótica, lo eliminaron. Pero sus tres minutos de gloria llevaron al “Tirapedos” a un éxtasis parecido al alcanzado por un místico. El espectáculo comenzaba con el culo del señor “microfonado”, las caras del público arrebatados por una alegría extraña, como hipnótica y yo espectador esperando ver algo corrigiendo el curso de todo, evitando sentirme libre de escoger mi suciedad. Un circo con tres pistas simultáneas.
La gente cuando vienen a las clases de voz y teatro, llegan suponiendo que ser artista es algo fácil. Pagando unas “clasesitas” los voy a lanzar a un estrellato donde se librarían por fin de sus pobrezas, del medio donde se cuecen sus peores pesadillas. Por suerte son pocos, pero los muchos, los elimino con una premisa estúpida y manida: prepararse a fondo, el cuco de todo ocioso.
Hablar con un artista en la alameda de Sevilla es acercarse a un animalito obcecado en construir un discurso ramplón, donde sus frases crearan un eco cataclismo para destruir por fin a sus peores enemigos. Generalmente exitosos. Dueños de compañías o dueños de los sueños truncados de funcionarios teatrales. Una junta no une, apega, delimita.
Trabajé en una compañía de teatro apenas llegué a Sevilla, me abrieron sus puertas y cuando todo parecía de maravilla me acusaron de obsceno, territorial y ególatra. El director amablemente me invitó a volver a mi país aduciendo que gracias a sus influencias en la Junta y etc, etc… mi talento sobraba para esta ciudad.
Han pasado los años y su talento sigue llenando marquesinas del teatro oficialista, me río cuando supone ser un director de algo saludable. “El talento escondido no produce reputación.” (Erasmo De Rótterdam), en este caso creo, si produce espejismos.
La suerte y mi talento me hicieron sobrevivir a su talento.
Lo mismo ha pasado con algunos escritores quienes muchas veces suponen tener voz propia disparando contra aquellos, que aunque pequeña, la tienen propia. Al final son bufones itinerantes de cualquier grupo editorial.
El miedo-pánico por el que atraviesa la televisión local pertenece a sistemas partidaristas, nutriéndose de becarios para perseguir la noticia en forma de famosa, cuanto más impertinentes, aparentemente más eficaces. Hacen seriamente reflexionar en las fórmulas de la felicidad. Bien nos harían algunos internándose en el bosque de su búsqueda personal, contando una noticia donde ninguna verdad comercial llegue a acorralarla.
Dicen que el cine es memoria y la televisión olvido, no logro reponerme de los castings de la tele. De las caras zafias de sus jurados, de toda esta patraña para hacernos olvidar que podemos retroceder a la derecha, la Iglesia cristiana está contra los gays, las lesbianas, el aborto y todo lo que sea progreso. La familia nuclear es radiactiva, el euribor se ha disparado, los niños desaparecen de verdad, Zapatero promete, Rajoy amenaza. Hilary quiere un becario para vengarse corriéndose viva en la sala oval, un señor se ha cargado la banca francesa y los polos nos llenarán de agua hasta la cama.
Aún así, jamás pienso en triste, ni en blanco y negro. Ni escucho un himno donde se hace de la patria un emblema para discriminar, aunque esta ciudad siga amando a los cantantes mudos, los bailarines sin piernas, a los amantes sin alas.
“Existe algo mucho más escaso, fino y raro que el talento. Es el talento de reconocer a los talentosos.” (Albert Hubbard).


Richard Villalón
Sevilla, 29 de enero de 2008
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miércoles, 9 de enero de 2008

el diablo y los intrusos




En nochevieja escuché los primeros gemidos. La casa iluminada a tope adquirió un tinte lujurioso, mal satisfecho. Recordé a Loles aclarándome acerca del kéfir: “Es ladino, silencioso, provoca coagulaciones a su paso. Amargo y sensual, como George Clooney”. Compartimos la idea en su parecido con el matrimonio, por eso mismo acordamos, que el frío detiene tanto la vida, como la memoria detiene a la muerte. Me regaló el kéfir, con esa condición, nunca dejarlo en la nevera, cuidé de mi kéfir como un niño asombrado, no quería a nadie cerca de él. Loles me cae bien. Tiene glamour natural, una claridad pasmosa alumbra su laberinto
Mi matrimonio-kéfir tiene forma sibilina para hacerle frente a la vida, dejando que Dios nunca mate, aunque inevitablemente, oprima.
Algo pasaba en la cocina, había ruidos de sillas pesadas arrastrándose, la televisión se encendía sola, sin causa justificada, justo a la hora de las noticias. Olía a vinagre y llegué a especular un olor a espermatozoides.
Este fin de año pocos amigos llamaron. Nobuyo desde Japón me dio cábalas para evitar faltara riqueza, amor y deseo durante el año. “Tres tipos de arroces detrás de la puerta principal, una flor blanca arrojada al mar…”
Cuando vi por primera vez su cola, supuse la cola de la rata Facunda. Una rata del Ikea, compañera sentimental de mi gato psicópata. Cuanto más la quiere más la estrangula, la muerde encerrándola en sitios insospechados de la casa. Creí que Facunda había perdido la cola en un arrebato pasional .Quise rescatarla con la escoba, detrás de la nevera. Al tocarla sentí una mariposa destrozándose en mi estómago. Esa piel tan caliente me asustó, mi grito mudo quedó tatuado en la parte frontal del frigorífico. Los kéfires son unos hongos parecidos a la coliflor, provienen de la Rusia profunda. Popularmente le llaman búlgaros, los mejores son rumanos. Cuando esa cola me guió hasta la encimera encontré a mi kéfir hablando como loco, nada me hubiera hecho sospechar un diablo reducido a la imagen de un pobrecito hongo para cortar leche.
Pregunté temblando acerca de su aparición y él dijo que por suerte había caído en esta casa. Sabía que somos dos tíos casados (nueva familia) eso lo sobreponía algo en su pena. Aseguró balbuceando acerca de los tiempos cambiantes, si al menos le hubieran advertido de una Iglesia madre de todas las acciones obscenas, él se hubiera preparado hace siglos. Imposible creer de golpe y porrazo al Papa hablando hipnotizado ante miles de Peperos, vía canal digital ¿Cómo era permitido condenar sin ningún atisbo de piedad cristiana a las nuevas familias? Los riesgos de una iglesia caída en picada tenían ahora un solo demonio: El PSOE. “Tantos años hurgando en el corazón humano, metiendo tentaciones en la faz de la tierra, para que ahora un puñado de desaprensivos sean más malvados que yo mismo, Lucifer”. Según ellos, las nuevas familias llegaran a ser la gota que colme el vaso para derretir los polos, invadiéndonos todas las pestes del universo mencionadas en la Biblia. “¡Vaya papel trágico me ha tocado!”, contó acongojado. Solo tuve miedo del brillo de sus ojos cuando nombraba al Papa como el amo absoluto de toda confusión humana. Eso de que “el diablo harto de carne se metió a fraile” le sonaba ahora fuertemente en su conciencia. Había encontrado el escarmiento viendo como sus mejores enemigos se habían apropiado de sus acciones castigando sin cesar los actos del progreso social. “Cuando el diablo habla tiene licencia de Dios” y ahora él en esa forma triste de kéfir no sabia si Dios mismo se estaba ocupando de sus desesperadas palabras. Dios lo había abandonado poniendo ante si una iglesia fundamentalista, terca alrededor de su propio ombligo. “El diablo sólo tienta a aquel con quien ya cuenta” miles de personas alrededor de una plaza habían sido convocadas esta vez por la Iglesia para dinamitar una paz conseguida luego de siglos de persecuciones y actos malignos. Todos con diformismo sexual, es decir que no se puede diferenciar los sexos por fuera, todos con la derecha planteando el retroceso de la rueca del tiempo. Hablando de Dios para capturar votos. El rosario en el cuello, y el diablo en el cuerpo.
¡Pobre diablo! Aunque no tiene como mantenerse, ni alta como autónomo, ni paro de funcionario, le he dado cobijo. Lo único prohibido es hablar de las elecciones, él se enciende y me quema los muebles, solo por eso. Tomo yogurt todas las mañanas, alguna vez nuestros chistes acerca del cielo nos llevan a la realidad y mirándonos fijamente sabemos que en Roma saben perfectamente que “A quien Dios no le da hijos el diablo le da sobrinos.”

Richard Villalón
Sevilla, martes, 08 de enero de 2008
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