martes, 27 de enero de 2009

Zero -Logia


Recibí de regalo la parte oculta de un género superviviente, emergente en estos últimos años. Aman las fotografías, los mensajes cifrados, las modas pasajeras eternizadas, las mujeres guerreras y los hombres de calendario. Celebran “el orgullo” (el mas cruel de los sentimientos) llenando de escandalosos maquillajes, plumas, calzoncillos de cuero e imposturas trucadas, las calles de una ciudad con su zoológico, ghetto particular y sus torres inclinadas. Cargándole dudas a los colores del mundo. Vivo además, hace tres años, en otra minoría dentro de la minoría (muñeca rusa siniestra): Los casados gays. Casado interracial, internacional, intercultural… Casado antes que “cazado” por leyes sacramentales.
Estas “pertenecencias” supuestas –nunca entenderé una identidad descalificada- han obligado a sumarle extrañas cifras a mis papeletas de “diferente”, “marginal” “Friki” o como carajos llamen ahora, según la tendencia, a los que abominamos etiquetas.
España me ha re- bautizado: sudaca, artista, negro, judío, maricón y comunista. En el resto del mundo sería “outsider” y en el peor de los casos, de perdida: “looser”.
Voy al gym para conversar sudando, odio competir. Mis anabólicos los absorbo de las piernas, tríceps y bíceps de machos desorientados. Leo libros interesantes. Públicamente confieso: Paolo Coelho me toca los huevos. Susanna Tamaro me aterra por su catolicismo sibilino, Fidel Castro me la repanpinfla.
Canto desde niño, cantar es la isla salvadora. Cantando es la única manera de espantar maldades. Una palabra no pesa tanto, como una nota salida de esta garganta profunda, oscura, diferente: Soy contratenor. Lo barroco de mi personaje es seducir a tíos a quienes la moral les mola para limpiarse la polla luego de una eyaculación sedienta, turbia, desesperada.
Los “Nacionales Normales” atañen brujerías a los extranjeros, para ellos somos jeques o chamanes. En cada fiesta, reunión o bar, civilizados repiten como un mantra:” La premonición, la magia y los adivinos son protagonistas de tercera”. A la cuarta copa me arrinconan preguntando sobre su siguiente conquista, si es bueno comprar ordenadores por Internet y cuando morirá la “Tita solterona” nombrándolos herederos. Así me lleno de rabia, luego de risa, la fórmula terrible de odiar. Ahora la gente presume sentando a un maricón en su mesa, suponen con eso ser liberales, tolerantes positivos. Secretamente tiemblan al pensar que una lesbiana nazca como espina en su casa, un gay aterrizara cual marciano en sus domingos familiares o “Antonia la Machorra” deje su casa a su amiga de toda la vida…
Mi historia (y la de muchos parecidos) serviría para películas antropológicas con poca taquilla. Los “progres” la utilizarían cual parábola para entretener cuando decaen las fiestas y los “sushis” se desbaratan en sus cenas de diseño. Sonrosados, tecnócratas y paternales atacan a los despidos masivos, cómodos y solidarios tras el blindaje de sus contratos. Con el desolado compromiso vital de no perder nada que afecte el pago de su hipoteca puñetera.
Mi belleza física, sofisticada, solitaria, descubre chulos tatuados con karma. Aparezco en el espejo cuando la juventud grita como fantasma. Soy un “aparecido” en los cuartos oscuros, nuevos confesionarios para una devoción castrante .Sacerdote fanático de una sexualidad casi religiosa, hombre bomba disonante, así me suscribo. La experiencia ha calibrado mi existencia como animal especializado en no desaparecer .La sabiduría mundana y cateta me obligan a nunca pertenecer al “Rosa Power”. Nadie me ha ayudado a salir en una TV, ni siquiera local. Dudando siempre de mis dotes vocales, haciéndome propuestas sobre los usos corporales de la faringe. No hay lugar para lo que escribo. Este éxodo también es exilio y lo llaman”Cursillo de Estilo”, riendo cosmopolitas con amabilidad propia de las hienas, los dueños de la comunicación gay, los gimnastas del verbo, los que usan “Prisa” para hacer lento y rentable el sentido de la oportunidad. Me dejan detrás de la puerta con mis papeles legales y mis sombras, entristeciendo.
Mi pareja sigue amando la luz que consigo emitir. Escribo nocturnamente, Sevilla me ha transformado en el primer cantante-mimo del planeta. Falla el PSOE para protegerme. Sus ideas, su buenismo malsano, hacen morir de “sed junto a la fuente”. Legalmente los inmigrantes no podemos votar. Ya nos necesitarán apenas la seguridad social se rompa una cadera y falte un teléfono amigo para llamar...
Nuestra boda consiguió que mi marido obtuviera el vestuario desasosegante del segregado.
Él es actor, las autoridades del pueblo afirman que el Teatro es una fábrica de parados y los centros deportivos, la base nuclear para ensamblar “Beckhams” como rosquillas. En este Ayuntamiento los toros son ciudadanos de primera, Patrimonio Nacional. Hay tres toreros reputados, una Plaza del ídem digna de exportación.
Mezclar sangre, ruedo y señoritos son ingredientes para crear desalmados.
Afirman coléricos, inyectados y febriles que dos hombres penetrados jamás tendrán hijos, para eso Dios concibió la vagina y los terrores femeninos. Algunos avergonzados se eximen animándonos a adoptar chinitos o peruanos cumpliendo así con la llamada ley de vida. Como si vivir tuviera algo de juego divertido cuando viene decretado.
Reflexiono y este circo particular sucede mientras los banqueros llenan de palos la hoguera de la crisis, bombardean Gaza y los postmodernos piratean programas informáticos e ideas para sumarlas al vocabulario de progresistas disfrazados.
Los portales, los blogs y el mensaje móvil, crecen como hongos en el bosque. La migración está, después del fenómeno llamada, en estampida. Mi gato mira dando ánimos para no morirme en este cuarto y tú me lees pensándome loco como Juana en Tordesillas. Delirante, inmigrante, deshabitada, desencantada… mil veces insomne, un millón de euros callada, aislada del viaje de gozar tranquilamente la vida.

Richard Villalón
Sevilla 26 de enero de 2009

Bienaventurados los abiertos porque jamás serán cerrados


Cuando aprieto “On”, aparece el día, nuboso, frío como titular periodístico, haciéndome sentir cobijado dentro de esta cama dulce en medio del Aljarafe. Es cierto, anoche pensé: “Diciembre me va a tragar”, sin embargo tu silueta alumbrando penumbras me alivia cuando escucho lo siguiente:
Encuesta ¿Cambiará el mundo con Obama? El paro vuelve a subir por octavo mes consecutivo. Condoleezza Rice toca el piano para la reina de Inglaterra. Di Caprio pone a la venta su lujosa propiedad en Malibú California. Al menos tres muertos en una explosión en un tren en la India. Zapatero no conocía vuelos a Guantánamo con escala en España autorizados por Aznar. El PP resta importancia a la noticia de los vuelos de Guantánamo. El Banco de Japón mantiene los tipos en el 0,30 por ciento en una reunión extraordinaria. Un nuevo atentado en la India deja al menos tres muertos en un tren. Ingresan en un hospital en Londres al español herido en Bombay. EE.UU. advirtió a la India en octubre de posible atentado terrorista en Bombay. La Audiencia Nacional abre una investigación sobre las conexiones entre las FARC y ETA. Dos canadienses mueren en Tailandia tratando de alcanzar un aeropuerto.
Despierto frente a un animal sanguinario, sediento, vive en el dormitorio, es la televisión. Anestesia mis madrugadas, aunque el teléfono sea un verdugo pertinaz, cotidiano, cobrándome dineros retrasados. La televisión es mi mal menor, me calma. Reclamo historias para aturdirme de la realidad, borracho con eso, confundo resaca con baja temporal. La calle es un film de tercera categoría, producción pobre, escenas repetidas. Deambulo en el coche recordando divertido el cuento nocturno de José María:” La madre de San Pedro era una cabrona, tacaña a más no poder. Murió y se fue derechita al infierno. Los santos (no Federico ¡Dios Nos libre!) asustados por esa mala publicidad a la empresa, recurrieron al mismísimo San Pedro asegurándole su salida indemne del infierno. Borrarían las pruebas, los atestados, los testigos presenciales, sus antecedentes, eliminarían rastros de su estancia infernal y colorín colorado. Incluso Dios en un ataque de nepotismo natural dijo.”Todos tenemos una buena acción con la cual podemos salvarnos, si no, se la inventamos, faltaría mas…” La madre de San Peter en su prisión recordó su única generosidad: había regalado a un pobre una hoja de puerro, ese sería su salvoconducto para librarse de tamaña vergüenza. El diablo implicado, rabioso y sabiéndose afectado dijo. “Si; que vaya al cielo, salvándose con la única acción buena de su vida”. Los demonios se alegraron viendo como trepaba por las paredes inmundas del pozo del averno con las faldas sucias y desgañitándose:” ¡Soy la madre de San Pedro idiotas, ya se enterarán…!” Casi consiguiendo salir, un angelito perverso y misterioso le dijo:”Te vas a salvar con la hojita de puerro que regalaste”. Ella se aferró desesperada y los demás penitentes del abismo se colgaron de sus faldas haciendo que su peso descomunal rompiera la hojita débil, desbarrancándose otra vez al fondo del silencio…
Cuentan que a partir de ese instante, regresa cada cierto tiempo, disfrazada en otro cuerpo, para vengarse…
La Biblia cuidadosa silencia esa historia, involuntariamente recuerdo a Esperanza Aguirre. Poderosa, llamativa hasta el orgasmo de los rectos y bienpensantes. Sobreviviente nata a mil catástrofes, simulada maga, falsaria bruja sirviendo al poder.
En la India algunos muestran su extraña alegría al no haberse cruzado con “Espe” en su huída de emperatriz imperiosa. Los helicópteros cargan una historia íntima con la señora. Un amigo biólogo de Doña Ana, huérfano de primos, asegura que si viniera una catástrofe nuclear algunas cucarachitas trepadoras, llenas de mechas y zapatitos altos con calcetines de encajes labrados, demostrarían la inmortalidad al declarar su nombre: “Esperancitas Voladoras Aguerridas”.Amen.

Richard Villalón
Sevilla, viernes, 05 de diciembre de 2008
http://www.richardvillalon.com/