viernes, 9 de octubre de 2009

Richard Villalón ...divino y urbano




Richard Villalón…divino y urbano
TEATRO SALVADOR TÁVORA
Ciclo de Música Urbana
Los Miércoles del 4 de Nov. Hasta 16 de Diciembre 21Hs.
AVENIDA HYTASA 14 TEL. 954658818
http://www.richardvillaon.com/

La noche que vi ”Carmen “en un polígono industrial de Sevilla quedé hechizado ante la fortaleza del arte. En ese mismo recinto seguramente años atrás hacían tornillos o materiales para conformar las partes íntimas y estructurales de una ciudad desconocida. En esa nave hubo, entre los obreros que en ella trabajaban, conversaciones acerca de amores fallidos, de identidades cambiadas, de futbol, de políticas ilegibles, de iglesias rígidas, matrimonios y funerales. Entre esas paredes hablarían de pelotazos y agujeros negros en la nebulosa de una sociedad quebrada en sus repartos esenciales. Nadie imaginaria, pasados los años, que sobre ese mismo suelo bailarían flamenco, zapatearían exorcizando el dolor de vivir y un caballo blanco deslumbraría a los que cándidamente acudirían a ver esa incandescente “Carmen” de Salvador Távora.
Extasiado con el logro social de llevar al arte a lugares poco favorecidos, me puse a pensar ¿Y por qué no habrá un lugar así para crear una Casa de Canto popular? Esos lugares en América Latina donde pobres y ricos comparten música y poesía. Sitios legendarios gestores de grandes alianzas de clases. Los distintos de cuna y educación conciliados, palpitando en un solo corazón sonoro. La música puente y ecualizador en pro de una sociedad decididamente demócrata, menos demagógica con respecto a la igualdad social.
Salvador Távora con su imán fulgurante aceptó la idea de crear un sitio para náufragos,” un día a la semana cuando la compañía La Cuadra de Sevilla descansara”.
Una noche donde pudiésemos cantar los que estamos dentro de un sistema diferente de difusión, los que creemos en el canto férreamente. Aquellos a quienes los concursos de talentos nos dan grima y la industria discográfica nos temen por ser pensantes, diferentes y ante todo, realistas en el juego de la humanidad actual. Sumada a esta razón siniestra, está la eterna disputa de agrupaciones de vecinos que odian la música en aras de un sueño complaciente. ¿De qué le sirve a una ciudad dormir tranquila, si sus sueños parecen una muerte civil? A cierto sector ciudadano le seduce el ruido a falta de respuestas válidas y futuros inciertos ¿ Es el ruido un desencadenante o un anestésico?
Los cantantes urbanos somos los alejados de la luz, los subterráneos. Los que pretenden acariciar la piel de la luna. Los jugadores eternos rescatando lo cotidiano para convertirlo en el talismán contra los miedos. Los accionistas de la esperanza más remota. Los que la suerte ha librado de ser ministros. Los que la vida ha premiado al descubrir seres vivientes habitando en cada palabra cantada.
Este ciclo de música urbana tratará de comprometer al cantor, cantautor con los sucesos de una ciudad secuestrada por el silencio. Buscar respuestas solidarias partiendo de un oficio solitario, poco reconocido, de una utilidad primordial. El público en general supone otro matiz al quehacer artístico. Basta leer los espectáculos de los medios de comunicación. Lo programado siempre raya en lo snob, lo elitista, lo políticamente corregible. La manida y famosa palabra fusión ha parido una confusión de géneros alimentando únicamente a los explotadores de la llamada corriente musical y a los gestores de una cultura de sometimiento político. La validez de lo contestatario ha sido amordazada por ese instrumento tortuoso de la subvención.
Es importante para Sevilla capital tener un lugar para la música urbana. Donde experiencias vitales, folklores, artes y nacionalidades logren por fin la interculturalidad. La multiculturalidad es siempre un zoológico donde cada cual sobrevive a sus jaulas.
Una casa de Canto es cardinal para guarecernos del bombardeo constante de ideas alienantes y aterradoras. Vivimos una época de crisis magnificada, justificando una serie de atropellos continuos a la sensibilidad, al ánimo, a la alegría. La televisión retrata la miseria de los afortunados .Los desafortunados son ejemplo para obligarnos a caer esclavizados por hipotecas, consumo y delirio inflamable. La cadena es larga, inhumana, embrutecedora. La gente cree menos en el arte .El éxito artístico parece un resultado de eslabones de poder interesado, suerte y azar extremo .Los artistas somos en el inconsciente colectivo unos animalitos perdidos de su propia brújula.
Esa noche semanal nos acercará al ritual inmemorial de compartir. Podremos hallar la clave acerca del por qué las canciones se escriben si la felicidad se aleja de nuestras ventanas ¿Por qué se canta para espantar al mal? El encuentro será en ese mismo local de Hitasa donde se desarrolla el trabajo teatral de Salvador Távora con “La Cuadra de Sevilla”. Buscamos la hoguera ancestral donde las tribus se cuentan y cantan leyendas para supervivir. Lo mágico al servicio de una sociedad menos feroz, la poesía como fuente inacabable del verdadero misterio. Cantaremos la mejor de nuestras canciones, pronunciaremos contundentes el mejor de los silencios. Queremos rescatar a la ciudad de su deriva, quitarle esa sordera premeditada. Es muy importante reconocer: Los pueblos cantantes jamás perecen. Sucumbir al encanto del encuentro cercano, paladeando el sabor sublime, hermoso, del significado de vivir.
Richard Villalón
Sevilla, Martes, 15 de septiembre de 2009
Material, entrevistas y más información, móvil: 656306524
www.richardvillalon.com

sábado, 13 de junio de 2009

The Milk Brothers


Tu número telefónico repitiéndose dentro de mi camisa, consiguió dejarme igual a un semáforo en medio de la garúa limeña. Mamá repetía: “es un hombre raro”. Tus ex-mujeres nunca hablaban mal de ti, te evitaban. Mis amigos auguraban:”… ese huevón mira igual a cuando uno tropieza en la calle con un ciclista recién atropellado y no hace nada por socorrerlo, ese “pata” es un hombre malo”. No les hice caso. Busqué un pretexto, la Avenida Larco a los quince años era una vitrina opaca, sin monedas para comprar. Al traspasar esa primera vez tu puerta, mi corazón se desbocaba. Preguntaste amable si buscaba agua, los vellos de tus manos al acercarme el vaso fueron un rayo de electricidad.
Hablamos de Velasco Alvarado, el círculo universitario, si los desaparecidos eran un cuento. Palabras lentas, luces sicodélicas imaginarias, la velocidad del mundo ralentizada. Jugamos como quien juega con un ratón, viéndonos tras la cámara oscura del deseo, adivinando un habitante alado agazapado detrás del silencio intempestivo.
Una cicatriz quedó de ese encuentro. Tu olor permaneció dentro de mí. Pasaron las semanas raudas, un viernes tomando guinda en la Huaca Juliana, acabé cortando con mi enamorada. Aceptamos aliviados algo presentido desde aquella vez que aburridos nos prodigamos.
Odié cada paso de la Avenida Larco, aborrecí que fueras amigo de mi mamá. Las madres se equivocan poco. Supuso mi caída en tu trampa cuando nos presentó. Mi desasosiego la hizo animarme a irme a Chosica o a Huancayo a ver las dos cordilleras retándose en hermosura y soledad. Una tranquilidad maquillada tranquiliza siempre a los demás.
La frustración personal despertó el rojo en mi espíritu. De buenas a primeras me encontré pintando carteles en el zanjón .Odiando a la Junta Militar, a los rochabuses, a la desigualdad del mundo. Reconvertido fui alfabetizador voluntario, minero impostado, campesino alegre, obrero exaltado. Viendo a Cuatrotablas terminé comprendiendo perfectamente la retórica del vacío. Luego con “Yuyachkani” acabé dándome de bruces con el panfleto, la sedición fatua, el odio cholo disfrazado de vanguardia cultural.
Las huelgas pintaban romanticismo “huachafo” a mi falsa insubordinación. Mi rebeldía confundía la pasión negada con la lucha social.
Cuando “Tiempo Nuevo” dio un recital en La Cabaña te vi con un chico francés poniéndote su cigarrillo encendido en los labios. Lo acariciabas con la satisfacción de haber recuperado a un animal domesticado.
Al salir del teatro imaginé una persecución policial. Como no me persiguieron, frustrado y rabioso maldije con todas las fuerzas “al pueblo unido”, mi separación diametral de tu vida fascinante. Caminando por Paseo de la República, subí por el Jirón de la Unión y en Plaza San Martín le grité ¡Maricón! a un señor que no era maricón.

¡Qué bien mirabas, Lucho, que bien asaltabas! Sabías licuar la sangre. Llamabas a mi madre hablándole de mi talento, le aconsejabas mandarme a Europa:
” ..Tu hijo en Lima se va asfixiar, es un “chibolo” muy inteligente, haz un esfuerzo, acabará en Sendero Luminoso…”
Una tarde luego del colegio, te descubrí desnudo en el pasillo de mi casa llena de ventanas, al lado de una costilla de Adán... Me miraste sonriendo y comprendí tu astucia. Usaste mi confusión, mi debilidad para acceder a mi madre.
Oí tu orín llenando de ruido la acústica del baño, ¡Tú si eras un cabrón terrorista! Tomaste lo necesario, incluso te afeitaste. Saliste de casa, mi madre nerviosa, contrariada, no acertaba a decir algo. El olor a Acqua Velva dejó tu sordidez ambientando la escalera, las toallas tenían tu cara satisfecha, al revés del famoso sudario de Turín.
Tu Volkswagen naranja con el tiempo, aun repercute, es un desfile patrio en mis madrugadas. Como una losa pesan ciertos recuerdos.
Dos meses después, en “El Perseo” nos reconocimos en la escalera. Llevabas un polo Lacoste, pelo mas largo, tus amigos festejaban algo carente de gusto. “La Chola Caderona” volvía loco al personal y Roberta Flack asesinaba suavemente con su canción. Al despedirnos ratifiqué, Dios es caprichoso y tenaz escogiendo castigos.
El jueves siguiente aparecí en la Iglesia del Colegio San Agustín, mi colegio, un cura español pidió explicación de mis tristezas. Hablamos del pecado, las dudas… Sentí tu aliento imaginario en la nuca. Besé automáticamente al cura en la boca. Enredados como pastores alemanes, animados los demonios, “cachamos” equilibrándonos en el coro. Perfectamente inventé en otro cuerpo, el cuerpo deseado. Lima llamaba desde lejos, el sacerdote oliendo aun a sexo, dio un discurso sobre la discreción y su “putamadre”. Autómata, zombie, sudoroso, yo llevaba tu dirección en el instinto.
Llegando a tu casa desaparecieron las palabras, apareciendo una serie de imágenes rebobinadas, corriendo, una saliva intensa fracturando itinerarios. La desnudez, la sensación de tu piel conformaron la pieza ausente de mi rompecabezas .Eras esa otra mitad ansiada para evitar la rotundidad el frío. Por ese método equiparé: (*) “Cachar” y amar, siendo igual, no son lo mismo.
No subsistieron heridas de esas sombras, persistiendo tu olor a pisco debajo de la axila derecha y tus pelos rubios en mi calzoncillo verde.
Al dejarme en casa, mi mamá te vio. Entré alucinando, dichoso al comedor.
Mamá alegremente triste tenía mi pasaje a Europa. Aliviado decidí dejarte lejos de mi bondad por mucho tiempo…
Comimos sopa a la minuta y tallarines verdes. Al servir la mazamorra, una cuchara tropezando nos hizo reír divertidos y locos. Éramos madre e hijo despidiéndose de sus miedos. Transformados extrañamente, gracias al azar y a ti, en “hermanos de leche”.

(*) Cachar Peruanismo que habla de la conjunción copulativa.

Richard Villalón

jueves, 14 de mayo de 2009

¡Ay, Rocío!


Hereje no es el que arde en la hoguera. Hereje es el que la enciende.
William Shakespeare

Hannibal: Claro, y yo soy Hanibal Lecter, el verdadero caníbal ¡no te jode!…
¿Como vas a ser la Blanca Paloma? ¿Estas crazy? Tía estas pa´ ya. Ponte un Nick impresionante, una personalidad especial, pero eso de ponerte Milagritos Ortodoncia del Rocío. ¡Anda! Que las vírgenes cobran por cada milagro. Que paso, paso, así de plano.
Milagritos Ortodoncia: Que no, no vayas a banearme. Estoy cansada de las burlas de los demás. Si quieres en el próximo salto de la reja te lo compruebo. Lo del piercing en los pezones, he mentido. Recuerda tengo pecho de madera y de tatuajes, nanay. No tengo piercing allí. Lo dije porque si no te aburrías y me cortabas. Estoy fastidiada, desesperada, en un “sinvivi”. Esto ya no es lo de antes. Ahora los obispos están haciendo política y francamente, a ese trapo, no entro.
Esto era más leve antiguamente. Que si la preparación del camino, que si el traslado, que si la devoción. Los bueyes , las carretas, el jamón, el fino, el rebujito, manzanilla “La Soléa”, los condones, las gambas, las tortillas, los tampones, el ”urbanson” para cantar sevillanas, los botos camperos. El polvo del camino, el polvo en el camino, el polvo en los pinos…Los Simpecados.
Ahora no, ahora es alquilar la casa de la “hermandá”, que si buscamos hostal pa´ quedarnos, que si el catering, que si el bronceador ultravioleta, que si el todoterreno.
Estoy “jartita”. Antes el mundo se emborrachaba hasta no perder la conciencia, luego se soltaba lo de las herencias: “Que si la tita murió en mis brazos”, “que si la abuela me quería más que a “naide”, que “yo era el ojito derecho de Papa”. Ahora no, ahora abogados, burofax y la música en ipod.
Por eso me metí en el chat, por eso Hannibal, quiero desertar de ser la Virgen. Solucionaría mi vida, con esto del Paro, estoy segura encontrarían sustituta en un pis pas. Creo haber sido funcionaria, la limosna entra en las deducciones, los curas de eso saben mogollón.
Dos semanitas antes del Rocío sería un golpe de efecto publicitario. La Virgen dimite, por causas mayores. Deja el puesto vacante. Eso me daría un brillito progre. Hasta “El País” me haría caso. Me empadronaría en otro lugar, he metido mi curriculum en Mercadona y si no, en Torremolinos en una disco gay me darían trabajo, claro, ahora sería otra descarriada, otra “outsider”.
Una vez humanizada, regularizada, si fallan mis cálculos podría vender historias íntimas a la telebasura. Imagínate si cuento la verdad de lo pasado entre la Santísima Pantoja y el Jodidísimo Julián. Si contara las madrugadas borrachas de muchos políticos entre el fervor, la coca y las pechugas “empaná”.
En verdad, el mundo ha crecido a pasos agigantados, la técnica me ha superado. Soy analfabeta emocional, lo mío son soluciones prácticas, instinto básico y Fe a granel. ¿Te quieres casar y el gachó no da el primer paso? Pos nada, a buscarte trabajo en otro pueblo, a ponerte mechas rubio cenizo natural. “Er nota” se pone celosón y si pasa de ponerte fecha de boda a la primera, ya vas aceptando otras invitaciones con el cambio de look. Y sanseacabó, no olvides que “Si un hombre te dice que necesita espacio, déjalo fuera”. ¿En qué se parece un hombre a las tormentas de nieve? En que nunca sabes los centímetros que van a tener, ni cuánto van a durar.
Antes los feligreses pedían que la vaca no se muriera, que el señor alcalde visitara su caseta pa´ trincarle algo, que los hijos consiguieran el paro agrario. Ahora no. Ahora piden cosas que no entiendo. Que si el caso Gürtel no alcance con su rayo demoledor a Andalucía , que Rajoy deje de decir gilipolleces, que el juez Garzón descanse y deje de abrir más cajas de Pandora. Que si el Yak 42 traía fiambres con las etiquetas equivocadas. Estoy loca, ni los “zolpidem” ni los” diazepam”, los “tranxiliums”, ni los torpedos triples de tila me hacen dormir. Claro soy pastorcita, porque cuento ovejas como tonta para poder pegar ojo. ¡Joder qué gente! Me conformaba con ser una virgencita encontrada, santurrona, balsámica. Que en mis fiestas la gente se concilie a la sombra de una hoguera, reproduciéndose calladitos, entre los pinos.
Y que “El Quema” aunque esté contaminado sea la fuente para bautizar peregrinos, cositas así…
Hanibal , además podríamos pedir una VPO. Tengo amigos, ¿sabes? Pondríamos una Venta de langostinos en Bollullos del Condao y criar niños para el campo, sin pretensiones. Con su Feria anual, su Romería, su: “Me dicen que ya soy viejo /Que ya no me quieren mirar/
no valgo pa´ na/Con tó lo que yo he pasao /Para poderlos criar /Ahora me vuelven la espalda..
El campo está “desespañolizado”, llenándose de moros, polacos y rumanos .Putas colombianas casándose con los calentorros del pueblo. Con la tontería esa reclamando “reubicación familiar”. Por eso, por patriótica, siempre cuido de Esperancita, ella tiene un buen par, ella nos salvará de la invasión… acaba de ser abuela ¡Olé y Olé y Olé…!
Aquí ni gripes porcinas, ni leche migá con sopas gordas, este país necesita mano fuerte. Los “sociatas” a la hoguera. Vaya panda de cabrones con su puta igualdad jodiendo a todo quisqui. Aquí mucha disciplina, mucho rezo y sanseacabó. Ni bodas mariconas, ni paridad, ni igualdad. ¿Dónde se ha visto que una mujer pueda mear de pie? ¡Me pongo de una mala hostia! ¿Será consecuencia de los antidepresivos? No vayas a creer que soy una vulgar reaccionaria. Con eso que estudias Filosofía y Letras.
Por eso quiero retirarme Hannibal, me he cansado de que las cosas pierdan su lugar. Me conformaría con feligreses creyentes, con curas sin carrera, con señoritos de toda la vida, con desmadre consabido, todo por lo bajini. Con mariquitas como Dios manda: graciosos, bordando y cuidando de sus madres. Quiero colgar mi trabajo ¡Anda llévame! Cocinaré, lavaré, aguantaré tus torcidas borracheras, tus porritos apestosos, tus meados fuera de la taza. Años llevo acostumbrada. Escucharé tus cavilaciones fantásticas, sin reclamar, te seguiré. ¡Sácame de este altar! Súbeme en tu Harley Davidson .Quiero sentirme libre cual caballo marismeño. Con mi hipoteca por pagar, con cuñadas odiándome, con mi ayuntamiento ladrón. Ganarme la normalidad de la gente, eso que despiadada, resignadamente, ha sido rebautizado como la felicidad…
¿Hannibal estas?

Richard Villalón
8 de mayo de 2009www.richardvillalon.com

jueves, 7 de mayo de 2009

Por Sino


Babosa Ariolimax, la que tiene la costumbre de arrancar, masticar y, a veces, tragar, el pene de la pareja una vez finalizada la cópula. En algunas especies, se arrancan el pene y lo insertan en la vagina de la pareja para impedir nuevas cópulas.

Esto es tramposo .Una silueta hospedada en la cama espía estas horas bajas ¿adonde andarás?
Juramos en el último trago, habría rancheras solo en caso de incendio. Soporté como un hombre el código letal de tu lenguaje. Subiste muchas veces al balcón vestido de charro tentando al vacio, metiéndome el miedo de perderte. Aun hay avenidas y bocinazos en mi corazón cuando tu piel, asoma en otra fiebre. Lo nuestro era sexo puro y volviéndome feliz, sentaba fatal. Mi religión era la oscuridad. Sumergías mi alegría para sacarme antes del último suspiro, fui tu objeto desaprovechado .Un cuaderno en blanco, un plato colmado de sopa, un tequila envenenando el vaso. Sabías asfixiarme, hacerme temblar, sentía al mundo compadeciéndome como perrito extraviado en una gasolinera...
Me maltratabas bien, no lo voy a negar, sabías llenarme de relojes desorientando mi horario. Antes de cagarla, me dejabas revolcar en el fango viscoso de mi soledad. ¿Donde andarás?
Tus labios tragándome son cicatrices negras en mi tez sedienta, transparente, alucinada. Después de muchos años esta tarde me dejo arrastrar por la corriente. Sería verdad, el amor es amargo y tiene cuello de… ¿lija? Nuestras coincidencias fueron acertijos blindados lavando platos en la amanecida.
Cada “Noche de Muertos” parecíamos inmunes usando el talismán del amor apasionado, recuerdo insomne habernos atrevido siempre demasiado. Amaba que me matarás de una palabra, amabas que te matara de un timbrazo. Vaya torpeza de verdugos aprendices, colmándonos de besos y cines de madrugada
No te dejo de pensar. De recapitular mientras España me deja ciego y la lluvia sorprende la suela de mis zapatos probando otra de realidad.
Éramos hermanos siameses, la gloria de la desadaptación. Cantaba canciones profundas, mientras asaltabas a los demás pidiéndoles corrección. Eras del PRI, yo extranjero…Una mascarada, un circo espectral. La democracia menos acertada…
Dejabas tus papeles en el escritorio, parecían cargar animales extraños. Muertos ocultos, pasadizos de roca, torturas con agua gaseosa. La casa entera sonaba a rezos. Eras hermosamente malo, perfecto para cualquier ejecución. Mis amistades me miraban como a un condenado. Tus dedos conocieron mis agujeros a fondo, tus ojos oscuros taladraron la solidez de mi integridad. Tu sudor se hizo mi mar y tus jadeos, mi hambre.
Eras algo muy mío, tus pezones dañaban la cavidad de mis encías descubriendo tu entrega de caracol arrastrado por mi humedad. Que corrientes pudimos ser, la educación a la mierda, Tu licor dejó de hacerme resistente al desamor.
El bueno y el malo, el bello y el bestia. El ángel endemoniado y el demonio angelical. Vaya personajes que encarnamos. Travestidos, mutantes y sedientos. Tóxicos el uno para el otro, exactos a la hora de pelear, intactos a las súplicas.
Nuestras ventanas reflejaban perplejidad. La nevera socorría nuestros infiernos. Te quise mucho, seguramente más de lo que me atrevo a confesar. Tu revólver nunca pudo sacarme esa verdad. Ni tus persecuciones nocturnas, ni las estampitas que dejabas ensangrentadas en el parabrisas de mi coche. Te quise mucho y el sabor de tu bigote me traía amargado. Éramos dos seres distintos encadenados uno a otro. Subíamos nuestra piedra de dolor cada veinticuatro horas para volver a cargarla igual que cualquier infinita maldición. Nunca paramos.
Ninguna brujería del mercado era más potente que nuestros gritos cuando llegaba la explosión del orgasmo delirante, expansivo, cruel. Ningún sicario fue más sanguinario que verte desnudo, violento, bañándote de mi, llorando desesperado por no saberme dejar.
Que bien nos hicimos el mal. Salías con tu traje de gánster. Cuando te veía bajar al estacionamiento, soñaba con escuchar ese estallido que la noche anterior había imaginado para eliminarte.
Quería verte repartido en mil pedazos. La migas de tu corazón pegadas en un semáforo. Tu “chile” (*) sangrando, Si no mío, de nadie.
Que desaparecieras de la guía telefónica. Quería que tus opositores políticos se encargaran de hacerte pagar el dolor que habías inoculado en mi vida.
Pero a los diez minutos tu olor me dejaba convencido, la cura sería peor que la enfermedad. Te amaba a mares, a cuerdas anudadas, a llantos enceguecidos, a muchos kilómetros más de los que pudiera caminar. Te amaba tanto ¡Cabrón! ¡Puto! ¡Hijo de la Chingada!
Viví meses hipnotizado en la mesa, sentado, temblando al oír tu llave en la puerta. Mi cuerpo electrificado confundía las ganas de empalmar, con las ganas de llorar y las formas de mear. No atinaba a escapar. Pretendía vivir toda la vida a tu lado. La muerte entera, juntos. En las afueras de mi alma alguien había advirtiendo:”Uno siempre cae enamorado de su verdugo”. Aun así he caído en la trampa del recuerdo. Vivo intranquilo temiendo tu fantasma. El sabor limón de su boca y la sal de su sombra inexacta… Vivo desenfocado en esta felicidad que no me resigna. En esta ciudad desdentada, sorda y vigilada por el miedo feroz de los correctos. En este rio que se ríe de mi risa nerviosa, provocada por tu quimérica ausencia dentro de mi cuerpo.

Richard Villalón
Sevilla, viernes, 01 de mayo de 2009
http://www.richardvillalon.com/




(*)polla, julio martinez con paperas, coyoma, cabeza de gato ,el sin orejas, el guanaco ,boca de pescado, tula ,el Troncoso, arrollado de venas, pichula ,el micrófono ,la salchicha ,espinilla meona, el niño, nepe, maso, turula, el lord vader
manguaco ,corneta ,guañaño, dick ,poronga, verga ,suancito, el empalador ,hermano chico, tronco, miembro, miembrillo, Ñañito, amigo del alma, moquilleitor, espíritu santo ,chino con beatle, cuchillo de carne, amigo de la manuela, pirulo ,pirula, pirulín manguera, compañero de toda la vida, palo, dedo del medio, dedo sin uña, colloma, coronta de choclo, cabeza de alcancía, cogote de pavo, pinga…

sábado, 25 de abril de 2009

La Feria y el Fiera


Con amor inexplicable para Corín Tellado

¿Viajarán estas gotas por la superficie de tu piel? Será tu traje enrarecido, flotando sobre la cama, naufrago de nosotros dos, testigo mudo de cómo tus manos recorrerán esos centímetros planos a donde llegué asaltándote. Es verdad, nunca te amaré, lo nuestro es puntual, casi burocrático. Dos seres enjaulados responden siempre así, como ese horroroso grupo sevillano, los”Siempre Así”. La derecha canturreando, poca gracia poseen los afortunados. Fofo y glotón es el mensaje cuando en tu vida nada ha faltado. Marionetas de príncipes despidiendo solterías, músicos imaginados, estudiados como mal ejemplo.
Una luz, intensa luz en medio del barullo de la caseta, calló todo ruido, toda sevillana machacona .Llevabas tres rebujitos entre pecho y olvido. Al atravesarnos con la mirada supe entender esa señal seca que marca el peligro indicando una detención violenta.
La Feria tiene garganta profunda, es una comunión de fiesta circular. Hay que celebrar, aplaudir, encomiar, exaltar. Este año celebramos haber esquivado milagrosamente al paro, toro bravo, lo eludimos con la verónica insensata del “Dios proveerá”. Celebramos que los bancos han quedado cojos y las catenarias del tranvía una vez más nos las han metido sin doblar. Martha aún flota en el miedo, es un río persistente. Se desvanece entre basura, jirafas de peluche y policías implorando confesiones. La impotencia ante tamaña crueldad hace reclamar firmas, en vez de mejorar ciertos corazones antes de lo ocurrido. Nos distraen de aquello más oscuro, la cola enredada de lo siniestro, el plan infinito del eterno poderoso. Debieran condenar perpetuamente a los gestores de la pornográfica pobreza, para eso nadie se atreve a recoger firmas.
Celebramos a un negrito estadounidense dominando un extraño despacho oval lleno de botones y pastillas .Celebramos que los rusos son como los osos: Devoran a su presa viva. Angela Merkel en realidad es una institutriz y Sarkozy defiende su cabeza recordando guillotinas.
Sevilla esta plagada de disturbios, la gente pide culpables .Miles de casas están sin estrenar, recién construidas, blindadas por falta de hipotecados y confianza en el porvenir.
Las ferias siempre serán detonantes. Allí se reconocen los miembros de una tribu y cada año los desparecidos son tragados secretamente por la desdichada mano del azar.
La feria en verdad es una vitrina donde la vanidad usa maquillajes imperfectos.
La rutina del ser perteneciente se diluye con la lucha de ser alguien reconocido.
Este año faltarán los que el destino tragó de un golpe, sin eructos.
Constructores, empleados del Corte Inglés. Secretarias alucinadas viendo vidas ajenas más brillantes que sus uñas de porcelana falsa. Funcionarios de La Junta separados por el extremo rigor de las jerarquías rancias. Abogados engominados, tiesos en su sonrisa. Señoras inoperantes cargadas de lunares y flores abstractas. Señoritos sobreactuados tirando de fortunas viejas como sus caballos. Itinerantes sociales cargados de artículos fugaces iguales al humo de un cigarro. Señoritas bien que viven mal, mujeres malas viviendo bien. Sevilla se consuela diciendo: “Siempre así”
Perdido en esa algarabía te encontré. Sonriente y trajeado, zapatos castellanos, tu novia huyendo de la santidad y tus pies cansados de no querer bailar.
Cargamos mucho los que llevamos secretos. Lo secretos son una especie de granito donde se han esculpidos cruces y pecados, deseos y verdades.
Como dos imanes atraídos hacia un abismo inoxidable, cual cauce irremediable del Guadalquivir, como un arzobispo excitado discursando acerca del condón. Como un alcalde fascinado por la Giralda del poder, como dos “canis” abducidos por la magia de una cadena. Como un tatuaje para un niñato decadente, como mi madre escuchando mear a mi padre, como los prestamistas y sus teléfonos torturantes. Así, con esa naturalidad, atraídos silenciosamente, nos acercamos.
Preguntaste si era extranjero. Pregunté si tus ojos coloreaban el aire anochecido.
“Siempre así” sometidos a la estupidez de las preguntas obvias nos fuimos al estacionamiento del Charco de la Pava ¡Qué pavos! Llevabas los vasos de novia para tu “rebujita vida”. Entrando al coche, el mundo y la “Calle del Infierno” colmaron compartimientos sellados íntimamente, clandestinamente. Apareados contra natura, sin escalas, nos deslizamos por la montaña rusa del dolor liberado. Nos bebimos como la ultima gota de una botella antes de pedir otro deseo, nos embarramos como un buzo buscando desaparecidos. Enmudecimos tanto, cualquier palabra hubiera estallado como bomba lapa en nuestra ruta adolorida. Jamás se comprueba el final del dolor dando paso al placer, su rumbo circular y ciego tortura una vez que el amor se cansa de respirar.
” ¡Qué te guste quillo, hasta que te cagues! ¡Soporta hasta que no te duela, cabrón! “Hipnotizados, adheridos, acalambrados, felices y fugaces. Ojala fuera Siempre así… así…así
Querido feriante, estudiante de derecho, empadronado, vecino “de toda la vida” en Los Remedios, hijo de líder andalucista y madre persignada, dueño de pezones estrábicos y fimosis mal operada. Me estoy bañando de ti, mi mujer supone que las gambas de la feria me han caído mal. He vomitado la ensaladilla pensando la profundidad de tu boca, la aspereza de tu sexo afeitado. Estoy seguro, tu traje azul escucha el agua corriendo sobre tus nalgas, a lo mejor lloras. ¡No puedo llorar! Olvídate de mi, menos de lo hecho. Trataré de olvidar preparando mis enseres de médico, jefe de planta en el Virgen del Rocío, este Abril alergénico del 2009 durante la Feria .Imaginaré alucinado tus pies en otros seres. Te juro no pisar rabiosamente el pedal de la velocidad del olvido, en gentes como yo: Heterosexual disidente, pío, pijo convencido, decente.
“El paro volvió a subir en marzo y ya supera los 3,6 millones” repite la voz de mi alma. Agradezco haberte raptado, haberme escapado del mundo. El tiempo exacto e infinito de una convulsión feroz...

Richard Villalón
Sevilla, Abril de 2009
www.richardvillalon.com

sábado, 18 de abril de 2009




Defino lo que es un “Criollo” en Perú. Un criollo es un mestizo, padre blanco, madre india. Madre negra, padre cholo. Madre china, padre negro y así hasta agotar las posibilidades del cruce racial. La colonización española tuvo a bien dejárnoslo de herencia. Los criollos urdieron la supuesta independencia americana y reclaman cierta aristocracia rancia, surreal. Han sobrevivido soñando rescatar sus títulos y un oro robado cinco siglos atrás.
Los criollos son la exaltación manifiesta de la patria. Cultivan a fondo las tradiciones, (¿hay alguna tolerante?) radicales fundamentalistas, más papistas que el Papa, religiosos a ultranza, patriotas trasnochados y por supuesto muy alegres, muy chistosos. Vivir es un lugar para reírse. Cuidan sistemáticamente de diferenciar a los demás con respecto a su origen étnico, aquí viene lo aclaratorio, son ciudadanos a los cuales la vida les ha beneficiado de manera directa. Por supuesto aborrecen su origen racial y aplauden su situación económica. Un criollo es un ser malabarista, intrigante, poco cultivado, con un orgullo exacerbado con respecto a su “peruanidad”. Dividen al mundo en su corto cerco. Afirman que los chinos ponen tiendas en todas las esquinas del planeta, los negros son ladrones, las cholas son putas y los indios, son asquerosos. Comprenderán, son la máquina infinita de un racismo letal y eficiente.
Aclarado esto paso a reseñar mi experiencia y la razón de mi analogía del criollismo peruano con el flamenco.
Desde temprana edad viví cantando en el círculo criollo del Perú. Una especie de Joselito desencantado de cualquier régimen. El destino, la providencia, mi talento para huir ,me hicieron vivir desde los 14 años fuera de mi país de manera interrumpida.
Tengo que contar que mi madre es chola, hija de indio cuzqueño y su madre, mi abuela, era chilena, hija de chileno de origen vasco, y de madre inglesa. Por parte de mi padre mi abuelo fue de Trieste (Italia) judío sefardita. La madre de mi padre fue negra retinta, bailarina contumaz y curandera en los ratos libres que sus dieciséis hijos la dejaban respirar. Este curriculum me define con las características propias del criollo peruano. Nací zambo y crecí blanco. Educado en colegios de curas agustinos españoles y las sábados en la Sinagoga mas pobre de Lima.
Bendigo las circunstancias sexuales de mi vida, ellas me libraron de los dioses tutelares de varias culturas .Entregándome de manera religiosa a la magia de la plenitud, la diversidad y la libertad sexual. De esto último, han dicho hablando mal de mí, que simplemente sería el argumento utilizado por un Bonobo (*) defendiendo su promiscuidad.
Ahora paso a describir mi experiencia con el flamenco en Sevilla capital.

El Arte es como el amor, apenas buscamos razones, explicaciones, disecciones, lo destruimos. Cuando aprendí en mi país el folklore caí en la fascinación de participar en un acto mágico y colectivo. Es increíble como algunos ritmos hacen reaccionar a nuestras venas, cómo el corazón logra acompasarse. Provengo de un país donde la vida se dice cantando. La alegría del existir, las dificultades para atravesar el mundo, la sensación del amor y el dolor del abandono.
En Perú se canta casi todo. Lo callado es lo peligroso. Llegado a Sevilla el flamenco llamo especialmente mi atención. Mi fantasía más saludable era nunca encontrar “criollos peruanos” disfrazados en otras pieles. Las sevillanas, las soleas, las bulerías…haciendo fluir la sensación de unidad cuando uno asiste a una fiesta en cualquier lugar del mundo. Estaban aquí brillantes en expresión y soberanía. Ese conglomerado de carga emocional que arrastra el acto colectivo recrea el arte popular con su color de siglos. Llegué a la conclusión que disfrutar del folklore es una manera de sentirse mas demócrata, menos burgués culpabilizado. Hablar de lo flamenquito como algo personal parece ser un síntoma de pluralidad y amplitud. He visto a directores de algo, a señoras muy compuestas arriarse las faldas pasados los tres cubatas y entrar en un especie de trance vudú reencarnándose en gitanas puras. Cualquier acto musical esta cargado de una simbología nacionalista y social.
Una noche en medio de una fiesta de Feria sevillana, los feriantes preguntaban qué había pasado con el grupo de “flamenquitos” contratados. No llegaban.
Los dueños de la caseta contaban maravillas de sus cantes y lo gitanos que eran. Incluso ellos mismos, pasadas las horas, comenzaban a exagerar sus conocimientos de gitanería con acentos impostados. Llegadas las cinco de la mañana en medio del barullo y el desconcierto por la ausencia “calé” una señora muy llena de “rebujitos” apostrofó:” ¿Qué se podía esperar de esa sarta de vagos a los que su mujer les soluciona la vida? ” Otra mujer, más entrada en años, sugirió que los gitanos solo sirven para eso: “cantar y engañar”.
Mi desconcierto quedó reflejado en el fondo del vaso de ese último cubatita ferial. Regresé recordando a los negros en Perú, eran el alma de los festejos señoriales en mi país del coño sur. Su entrada a la fiesta y su salida siempre era por la puerta de servicio. El clamor patriotero de contar con su presencia e invitarlos servía de barniz para dar cierto brillo social a los señores criollos.
La experiencia de la feria de Abril dejo esclarecida la utilidad del flamenquito en ciertos sectores. Siendo este incidente puntual, reconozco haberme negado desde esa noche a las juergas gitanas, por si acaso.
Ahora mismo en Sevilla, donde vivo, soy maestro de canto, teatro y voz .Por mi estudio pasan lo mejores exponentes de diferentes disciplinas artísticas. La principal duda que le planteo a un alumno en la primera entrevista es si quiere cantar, actuar o bailar ¿Para comer o para vivir? Según esa respuesta puedo deducir si quiere ser flamenco o “flamenquito”.
La extraña proliferación de dúos, juergas flamencas en Andalucía son una barbaridad. La presunta música popular se ha convertido en esa falsa vocación artística para evitar asistir a estudios superiores. Suponen que llevarse trescientos euros un fin de semana armando un festejo es un gran negocio, temen a las preguntas profundas. Nadie habla de por qué una raza por generaciones ha tenido el canto como protesta o testimonio de sus marginales vidas. La visión del amor, del placer, del dolor, de la religión pasado por el filtro del flamenco tiene una connotación social importantísima. Es la voz esencial del pueblo.
La mezcla de hip hop, de salsa, funky, perreo, de canciones latinoamericanas con el “flamenkito” crea confusión, no fusión. Logra el cometido inmemorial del poderoso: “Dividiendo, triunfas. Y confundiendo, ganas el poder.”
Por otra parte flamenco serio pasa por momentos gloriosos a nivel de difusión, aunque muy sospechoso por lo que se refiere al rescate o la conservación de valores originales.
Las excepciones de grandes “cantaores” asociados a los grupos de poder no dejan de ser anécdotas cuyo resultado no contribuye en nada. Ratificando la suerte de bufón cortesano a todos estos veteranos cuya hambre y ambición personal ha recreado esa dupla inmemorial de artista y poderoso. Los valores de una voz no radican solamente en sus armónicos, sus formas, sus tesituras y sus fuegos. Una voz es el fruto del esfuerzo y la conciencia. Los mismos pájaros cantan amaneceres sabiéndose portadores de la alegría y la belleza conceptual de ese encuentro.”Lo puro no es seguro” el purismo contribuye a nada. Lo importante será concebir un mundo más equitativo en las artes. Que sean los que están y que estén los que son. El veneno principal de la libertad de existir como artista se llama subvención. Es el bocado perfecto para cualquier domesticación.
Negros, cholos, chinos, mulatos. Gitanos, Inmigrantes, gays, frikis, piratas, marginales…en fin, seres normales. Gentes reales hemos conseguido tener siempre la voz del canto popular como respuesta contundente ante el abuso.
Flamenco y libertad en América son sinónimos. ¡No nos desengañen!

Richard Villalón
Sevilla, jueves 16 de Abril
http://www.richardvillalon.com/

(*)Bonobo (Pan paniscus), también llamado chimpancé pigmeo (o menos frecuentemente chimpancé grácil o chimpancé enano) Las relaciones sexuales juegan un papel preponderante en las sociedades de bonobos, ya que son usadas como saludo, como método de resolución de conflictos, como medio de reconciliación tras los mismos, y como forma de pago mediante favores tanto de machos como de hembras a cambio de comida. Los bonobos son los únicos primates (aparte de los humanos) que han sido observados realizando todas las actividades sexuales siguientes: sexo genital cara a cara (principalmente hembra con hembra, seguido en frecuencia por el coito hembra-macho y las frotaciones macho-macho), besos con lengua y sexo oral.

viernes, 10 de abril de 2009

Fujimorí, el Emperador Equívoco




El telediario trae imágenes del terremoto en Italia. Recuerdo varios terremotos en mi vida y me veo agazapado en un parque del Distrito Federal en México, esperando reconocer los cadáveres de unos amigos en el Estadio Azteca. La confusión es una marca imborrable. Estos días el terremoto de Italia me ha sobrepasado. Tengo miedo que la tierra se vuelva a mover estrepitosamente, terriblemente, con saña. De repente en la pantalla sale una mujer peruana gritando:” Lo que le están haciendo al “Chino” es una de esas cosas políticas. Él es un buen hombre, ayudó al Perú a salir de su crisis”. Inmediatamente me asaltan los ojitos feroces del “Chino Fujimori” casi pisando la cabeza de un guerrillero, cuando liberó una serie de rehenes dentro de la embajada de Japón en Lima. Esos años quería volver al Perú, un amigo escritor me aconsejó, si le caía bien al “Chino”, a lo mejor me ponía las botas como se la estaban poniendo Susana Baca y Eva Ayllón (esto realmente espero sea otra leyenda). Reflexioné muchas madrugadas insomnes. En Lima, mi familia escéptica, me recomendó comiera un cebiche y escuchara a los Embajadores Criollos, tres veces al día, pero de volver “nanay”.
Años antes, representando a México en la Feria Universal Expo-Sevilla 92 unos “pitucos” peruanos preguntaban por qué representaba a otro país como cantante y entusiasmados alababan al “Chino”, había mejorado el Perú. Incluso insinuaban, culpando al Congreso, que ponía impedimentos a la labor del señor Fujimori.
El día del ensayo general de mi concierto por México vinieron un grupo de periodistas preguntando si estaba de acuerdo con el “autogolpe” .Esa triquiñuela sonó igual a un niño caprichoso pegándose en la cara hasta ponerse rojo y justificar fiebre. Auto inflingirse algo es un arma peligrosa, mentalmente desequilibrada.
Luego “El Chino” aparecía en los periódicos del mundo como una especie de sastrecillo valiente, duendecillo excéntrico, leyendo malamente algo escrito por otra persona.
Releo noticias, conjeturas y ese raro premio acerca de que si somos el primer país Latinoamericano haciendo cumplir crímenes a un dictador. Suena ese triunfo como un gol de la Selección Nacional peruana “jugando como nunca, perdiendo como siempre”. Sospecho si los ciudadanos hacemos el inventario de por qué un señor así fue votado como presidente. Cómo lo instalamos en la silla de Pizarro cuando su capricho nacionalista quería eternizarse en el poder. Me vienen en procesión Pinochet, los Militares Argentinos, Velasco Alvarado, Hugo Stroessner, Morales Bermúdez, Fidel Castro…, tiranuelos en un espacio delicado del tiempo, sin ir más lejos ahora mismo, Hugo Chávez a la pantalla.
Los que nos hemos ido tenemos pocos derechos, en eso coincidimos con los muertos. Las matanzas y la violencia, Abimael Guzmán y sus secuaces, Laura Botto y su carroña… Ese circo espectral debiera ser analizado para evitar su siniestra repetición. Ese seria un acto de contricción nacional ¿Por qué existieron?
Si, lo han juzgado. Él, “chocho” sigue escribiendo en su papelito de estudiante “chancón”. Mañana usara eso mismo para defenderse, eso es lo simbólico de su existencia, su certidumbre de no haber hecho nada malo. Él sabe, hay alguien que gritará su nombre en las calles de Lima. Las manifestaciones populares y orquestadas lo defenderán del curso de la historia. Él quería solo el bien en su Perú imaginado. En el congreso ha dejado una hija como una maldición futura para los pobres peruanos.
¿Quienes pusieron “Al Chino” a dirigir todo eso? ¿Quién le rió sus primeros chistes, sus primeros rasgos de dictadorzuelo? La señora exaltada y furibunda seguramente es una de las que creen que el “Chino” nos salvó de algo.
¿No sería bueno juntar al “Chino” y Abimael frente a frente, dejarlos solos hablando de sus cuitas y las traiciones que los han empujado al calabozo?
¿Sería de justicia revisar fortunas de los ahora justicieros? ¿Analizar el brillo en sus ojos vengativos? Los patriotas esos exigen desde los juzgados una justicia ejemplarizante. ¿Revancha camuflada?
¿Sería bueno inculpar a los artistas títeres del régimen? ¿A los beneficiarios indirectos?, ¿A los cónsules de las embajadas? ¿A los señores narcotraficantes?.
¿A los medios de comunicación peruana durante su mandato?. “El Chino” es la cabeza del iceberg, ¿Y el resto? ¿Hay más nombres para ser juzgados? ¿Hay solidez moral para asegurar limpieza y santidad?
Me estoy poniendo de “pinchaglobos”, reconforta saber que la justicia aunque tarde ha llegado.
“Fujimori, que gobernó autoritariamente Perú durante una década (1990-2000), fue acusado de homicidio, desaparición forzada y lesiones graves por las matanzas de Barrios Altos (1991) y La Cantuta (1992), cometidas por un escuadrón de aniquilamiento del ejército, quién acusó a las víctimas de ser terroristas. Además fue acusado por los secuestros del periodista Gustavo Gorriti, y del empresario Samuel Dyer, en 1992.”
Es un triunfo ético hallar justicia y equidad. Ninguna muerte tiene justificante antes o después, nadie devuelve nada .Lo importante es que nunca vuelva a suceder.
¿Y la muerte interior, el exilio forzado de tantos peruanos vagando por las calles europeas? ¿Y la muerte civil de desaparecer tras el espejismo de mejorar? Salir del país empujado por la barbarie endemoniada gracias a la ambición personal de nuestros líderes ¿Quién juzgara todo aquello? ¿A quién sentaremos en el banquillo?
Nos han quitado los panes cotidianos, la cercanía de la amistad, los periódicos .Nos han matado sueños esos señores cuyo populismo los hace amados e idolatrados por ciertos sectores pauperizados. Nos han robado la certidumbre de ser peruanos. Han sembrado la duda nefasta si vale la pena representar a un país lleno de tanto sátrapa, tanto arribista, tanto blanquiñoso criollo. Tanto zambo disfrazado, tanto cholo enajenado, tanto negro sensualizado, tanto chino amable e invisible, tanto nisei sublimado.
Nos han condenado a ser fantasmitas. A revisar desorientados nuestro curriculum personal, sentirnos hijos renegados y malditos por su propia madre.
El terremoto Alberto Fujimori del Perú llevara años en averiguar la cantidad exacta de muertos bajo sus ruinas .Lo siento, no me recrea ver a un señor con anteojitos, senil y desbaratado como blanco de un escarnio edulcolorado e hipócrita. No me devuelve nada saber que la justicia ha llegado por fin. Mi parte íntima de peruano se pregunta si esto mismo no será otra cortina de humo y en realidad, lo peor aun no ha llegado.

Richard Villalón
Sevilla, Viernes Santo, 10 de abril de 2009
www.richardvillalon.com